El comportamiento de la economía granadina durante el primer semestre del año es un baile de luces y sombras, un pulso entre (fugaces) indicadores positivos y negativos que, en medio de un panorama sombrío, ofrecen un desenlace, de momento, poco alentador.
Así lo valoró ayer el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Granada, Miguel González, durante la presentación del Boletín de Coyuntura Económica del primer semestre de año que ha dirigido para la Caja Rural. Según destacó, las luces de este periodo han sido «muy tenues» y los datos posteriores han demostrado que han sido «pasajeras, pequeñas, muy localizadas y puntuales».
Entre los indicadores positivos que han influido en lo que algunos denominaron brotes verdes figuran, a su juicio, la venta de automóviles, que tuvo «un comportamiento muy positivo por la anticipación en las compras antes de la subida del IVA de principios de verano y el estímulo fiscal al consumo de ese bien, que posteriormente fue retirado». Por lo tanto, este indicador no ha tenido continuidad en el tiempo.
Otras luces, según señaló, se han detectado en el subsector turístico granadino, ya que «se incrementó el número de pernoctaciones hoteleras en los seis primeros meses de 2010 respecto al mismo periodo de 2009 en 46.000», una subida registrada sobre todo los fines de semana. Además, «aumentaron en 21.000 los turistas extranjeros y la oferta de plazas hoteleras subió en 600», con lo que la oferta ha crecido. Sin embargo, en el gasto medio turístico por día «se ha producido un descenso de 79 euros por día, cuando el año pasado ya bajó a 69». Por lo tanto, el turista se ha gastado diez euros menos, lo que -según dijo- «nos retrotrae al gasto turístico que había en el primer semestre de 2007».
Las sombras también están claramente focalizadas en los sectores más dañados por la crisis económica y posteriormente con las medidas de ajuste. Así, los datos más negativos se refieren al sector de la construcción, donde desde el principio más ha recaído la crisis y ahora continúa su ajuste: «hasta ahora ese ajuste se producía en la construcción residencial pero a partir de determinado momento hay que sumarle el ajuste en la construcción de obra civil, lo que se conoce como infraestructuras», precisó el experto. El resto de indicadores en este ámbito, como las viviendas iniciadas, las acabadas, la licitación oficial o la venta y consumo de cemento son negativos.
La caída, «en 32.000 pasajeros», del tráfico aéreo también es un apunte adverso en el que han influido, según comentó, la eliminación de las líneas y el contexto económico internacional .
Pero, además, por «factores propios de la economía granadina» empieza a tener «una incidencia muy notable» el ajuste en el sector público, cuya presencia es muy grande. «El sector público aporta el 16% del PIB granadino y de cada 100 personas que trabajan, en torno a 28 lo hacen en los servicios públicos, de modo que todo aquello que afecte a los servicios públicos en este caso tiene mayor influencia», señaló.
Entonces, si se tienen en cuenta los factores negativos y los positivos, ¿qué ha pesado más? González indicó que conforme ha avanzado el año, ha predominado más lo negativo, si bien para analizar esa tendencia hacia las sombras teñidas de negro es necesario examinar el mercado de trabajo.
Para ello, el coordinador del estudio ha analizado la EPA del tercer trimestre del 2010 y la ha cotejado con la del cuarto trimestre de 2009, detectando un hecho negativo importante: «la dimensión del problema del desempleo desde el punto de vista económico en la economía y, además, el hecho de que un problema económico de primera magnitud en el caso de la economía granadina se convierta ya en un drama social». Y es que, según destacó, los datos demuestran que el paro «se está enquistando a unos niveles muy elevados y eso está teniendo efectos sociales muy negativos que hay que tener en cuenta».
Según recordó, a finales de 2009 había en Granada 118.000 parados pero en el tercer trimestre de 2010 hay 132.000, 14.100 desempleados más. «Si nos centramos en los 14.000, hay que señalar que este paro es básicamente femenino, un tipo de paro que se ha incrementado en 10.800, mientras que el masculino lo ha hecho en 3.300», matizó. Así, de cada 100 personas que entre primeros de año y la actualidad han ido al paro en Granada, el 76% son mujeres. Además, el catedrático abundó en otra cuestión importante. Porque «en este caso el paro generado en lo que va de año es de destrucción de empleo porque de cada 100 personas que han ido al paro en este periodo, 78 son personas que han perdido su puesto de trabajo y 22 son por incremento de población».
Pero, ¿cómo se ha comportado la población activa? La masculina, según puntualizó, ha descendido en 800 personas, mientras que la femenina se ha incrementado en 3.900 personas. «Vemos el efecto desánimo en los hombres, que estiman que no hay buenas perspectivas de encontrar un puesto y ya no acuden al mercado de trabajo en demanda. Se autoexcluyen del mercado de trabajo y la población activa masculina baja. Así que si esta población se recuperase el problema del paro sería mayor», señaló.
Pero hay un dato, a su juicio, por encima de todos que pone de relieve la magnitud del problema del paro en el caso de Granada. Y es que al acabar 2009, Granada era la tercera provincia española en paro en el tercer trimestre de 2009 ha subido un puesto. Así, la tasa general granadina es superior al 31%, siendo la tasa femenina del 34%, mientras que la masculina es del 29. «Tenemos una tasa de paro 11,2 puntos sobre la nacional y 2,4 encima de la regional», recordó.
Otras cifras del mercado de trabajo dejan claro que «el problema se está enquistando y se está convirtiendo en un drama social con todo lo que eso significa». Así, la tasa de paro de personas comprendidas entre 55 y 64 años es del 39,31% y, además, «la tasa de hombres de esa edad que están en paro está en el 52%», algo que, a su juicio, es importante porque personas de esa edad en desempleo «tendrán muy difícil volver a incorporarse». Otra pincelada es que hay 42.700 hogares, según la EPA, con todos sus miembros en paro. «Con el tema del paro queda patente que las pequeñas luces se han apagado y que lo que parecían sombras se han ennegrecido y ahora estamos en una situación evidente de crisis», concluyó.
Por todo ello, las previsiones apuntan a que 2011 será un año muy complicado. Así, la entidad considera que la economía granadina, así como la andaluza y española, se encuentra «estancada», mientras que la de otros países está recuperándose a distinto ritmo, «lo que significa que nos estamos descolgando», aspecto sobre el que alertó el catedrático de Economía.