Inicio / Historico

«Lo primero que haría es agilizar las quejas»

«Lo primero que haría es agilizar las quejas»

El Claustro de la UGR elige hoy al sustituto de Purificación Fenoll para el puesto de Defensor Universitario

Aparentemente lo tiene muy fácil, pues es el único candidato, pero la historia ha demostrado en multitud de ocasiones que no es tan sencillo elegir al Defensor Universitario en Granada. Hace falta que hoy voten a su favor al menos 151 miembros, de los 300 que componen el Claustro Universitario, para que este hombre, ex decano de la Facultad de Ciencias durante nueve años, sea el próximo mediador entre alumnos, profesores o personal de servicios y el Gobierno de la Universidad de Granada.

-¿Por qué es tan difícil elegir al Defensor Universitario?

-El sistema de elección es muy exigente, pues requiere una mayoría de quórum y no acepta ni el voto por correo ni el anticipado. Teniendo en cuenta que la comunidad universitaria tiene una gran movilidad, es muy difícil conseguir que asistan a la votación. El Defensor Universitario debe estar muy arropado por la comunidad universitaria pues ha de defender sus derechos y libertades frente a los órganos de Gobierno.

-¿Es partidario de cambiar el sistema de voto?

-Entiendo que se exija una mayoría absoluta, pero no que no se acepte el voto anticipado.

-Ésta es la primera vez que un candidato a Defensor Universitario ha hecho campaña por su nombramiento, ¿no?

-Esta figura no está lo suficientemente bien difundida, así que he hablado con los miembros de los distintos centros de la UGR, incluidos los del campus de Ceuta y Melilla, con el personal de servicios y con los sindicatos.

-¿Cuáles son sus propuestas?

-El Defensor Universitario debe estar bien informado así que mi idea es crear un comité de mediación y de resolución de conflictos. Para ello tendría que nombrar un defensor adjunto que, siendo yo de Ciencias, sería éste de Derecho. Y además integraría a representantes de los tres colectivos que conforman la Universidad: administración y servicios, alumnado y profesorado. Incluyendo la presencia de miembros del equipo de Gobierno.

-¿Hasta qué punto puede interferir el Rectorado en la figura?

-Lo más bonito de esta labor es que no recibe instrucciones de nadie. Ni siquiera del Claustro, que tiene potestad para quitarlo pero no para decir cómo ha de actuar.

– Grupos de estudiantes \’antibolonia\’ pusieron contra las cuerdas al Rectorado el año pasado con varios encierros, ¿habría intervenido en esto el Defensor Universitario?

-El Defensor Universitario actuará siempre que se lo pida algún miembro de la comunidad universitaria o bien cuando crea que existe un proceso de indefensión de los derechos o libertades. Ante una irregularidad intervendrá de inmediato pero no podrá nunca interrumpir otros procesos administrativos o legales ya iniciados.

-¿Quiénes hacen más uso del Defensor Universitario?

-Los alumnos. Cada vez hay más reclamaciones de los profesores, pero éstos recurren normalmente a los sindicatos.

-Si sale elegido será usted receptor de muchas quejas, ¿cómo piensa atenderlas?

-Les daré un orden de importancia y trataré de tomar contacto con las partes implicadas. Si es posible haré una labor de mediación para evitar que el conflicto llegue a instancias superiores. Pero el defensor no tiene capacidad ejecutiva, sólo puede dar recomendaciones y advertencias. No tiene potestad pero sí autoridad.

-¿Qué opina de la labor realizada por Fenoll?

-Ha sido extraordinaria. Con una precariedad de medios ha podido gestionar entre 300 y 400 quejas al año. Y pocas son, teniendo en cuenta que hay casi 70.000 alumnos y 4.000 profesores en la UGR.

-¿Cómo las gestionará?

-Lo primero que haré es agilizar los mecanismos de interposición de quejas, por ejemplo vía internet. Hasta ahora se presentaban en el registro de los centros universitarios. Sé que mis retos son agilizar las quejas vía informática y estar más cerca de la comunidad universitaria. La función del Defensor Universitario depende mucho de la confianza que se tenga en la persona así que apostaré por un continuo contacto con todos los electores.

-En su opinión, ¿cuáles son las mayores preocupaciones de los universitarios?

-Al estudiante le preocupan las convalidaciones, algunas matrículas, la interpretación de libertad de cátedra o la falta de asistencia del profesorado; el PAS reclama más cuestiones relacionadas con la estabilización, la promoción o traslados; y el personal docente está muy preocupado con los cambios que implicará el Plan Bolonia.

-Si sale elegido, ¿qué tema seguirá con especial interés?

-La relación que hay entre las enseñanzas medias y las enseñanzas superiores. Hay que estudiar la preparación de los alumnos que nos llegan. La UGR debe estar abierta a la sociedad, pero debe preservar unos mínimos de calidad.
Descargar