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Las novatadas de San Lucas se trasladan al botellódromo

Los veteranos de Medicina hacen hoy sus bromas pesadas a los principiantes

odo puede desmadrarse y volver a repetirse la misma imagen de cada año, pero parece que este curso el paseíllo de vejaciones entre alumnos veteranos y principiantes de Medicina no se va a producir en las calles de Granada. Si las previsiones no cambian, los planes de los alumnos de cuarto curso, que son los que tradicionalmente realizan las novatadas, son ‘acompañar’ disfrazados a los de primero hasta la Plaza de la Universidad, leer el manifiesto en honor a San Lucas y enfilar hacia el botellódromo para poder ensuciarlos con harina, huevos y alcohol fuera de la civilización.

Según informaron ayer a este diario algunos estudiantes de la Facultad de Medicina, la presión que ejerce el Decanato sobre los organizadores de estas prácticas es cada año mayor y los alumnos veteranos lo tienen ya muy difícil para eludir responsabilidades.

«Este año nos han puesto las prácticas en toda la semana de San Lucas (patrón de Medicina), así que no podemos faltar a clase», apuntaba una joven.

Medicina es la única facultad de la Universidad de Granada que todavía no ha podido erradicar las novatadas entre sus estudiantes, pero tiene una guerra abierta contra esta tradición que despierta las quejas en todos los ámbitos de la sociedad. «Las multas que recaen sobre el centro son cada vez mayores y la presión es insostenible», dicen.

Este curso se baraja la posibilidad de que los alumnos de cuarto aparezcan hoy disfrazados de Astérix y Obélix, aunque eso es un secreto muy bien guardado. Las directrices son «presentarse en torno a las 12:00 en las aulas de primer curso para pintarles las caras, sacarlos del centro y, sin tirarles nada, acompañarlos hasta la Plaza de la Universidad, frente a la Facultad de Derecho», explican algunos alumnos de Medicina.

Una vez leído el manifiesto, que recaerá en San Lucas, volver a dirigirlos hasta el botellódromo y allí realizar lo que más les gusta, que es pringar a los novatos de mil productos en pleno descontrol de baile, cánticos y mucho alcohol.

Años atrás, la ‘recogida’ de los principiantes se producía más temprano, en torno a las diez de la mañana, y en la misma entrada de la Facultad de Medicina se iniciaba el paseíllo del maltrato que dejaba un reguero de suciedad hasta el centro de la ciudad. Los comerciantes llevan pidiendo que se acabe con esta práctica desde hace tiempo y la inmensa mayoría de los miembros de la comunidad universitaria está en contra de esta práctica, pero las amenazas de sanciones no han podido acabar hasta ahora con ellas.

Hoy se verá si la política que está haciendo la UGR en este sentido empieza a dar su frutos.

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