Las lagunas secretas de la Sierra
Podría decirse de Sierra Nevada que es un monte callado cuyos secretos, algunos escondidos durante siglos, sólo van conociéndose con cuentagotas. Investigadores como Antonio Castillo Martín, profesor de la Universidad de Granada, son los encargados de sacarlos a la luz.
Sus datos los ha reunido en un libro, ilustrado con más de 300 fotos y dibujos, que da cuenta de cómo muchas de las lagunas de Sierra Nevada, auténticas reliquias, aún perviven colgadas a 3.000 metros de altitud, tras la última glaciación de hace 10.000 años.
La laguna del Corral, también llamada de los Corrales o del Guarnón, no aparece citada por los autores antiguos en ninguna de las descripciones de Sierra Nevada, a pesar de lo extenso del inventario de otras lagunas del Corral del Veleta, donde está. El primero que se refiere a ella es Eugenio Fernández en 1993. La causa es que hasta bien entrado el siglo XX esta laguna permaneció oculta bajo un manto de nieves perpetuas. Éste y otros aspectos de las más de 40 lagunas importantes de Sierra Nevada -se han inventariado más de 70- se desvelan en el libro de Castillo Martín, publicado por la Editorial Universidad de Granada con el título Lagunas de Sierra Nevada.
La más alta es la del Corral, con 3.086 metros, y las más bajas son las de los Lavaderos de la Reina, Carnero, la Mula, Peñón Negro, Misterioso y Puesto del Cura, con cotas comprendidas entre 2.600 y 2.700 metros.
Nacido como una contribución al programa Manantiales y Fuentes de Andalucía: hacia una estrategia de conservación y al proyecto Conoce Tus Fuentes, ambos de la Agencia Andaluza del Agua, este volumen se ha publicado con motivo del décimo aniversario de la declaración del Parque Nacional de Sierra Nevada.
En él se recogen descripciones de todas las lagunas, ordenadas por valles, se acompañan 69 citas de autores antiguos -de 1526 a 1945-, en que se agrupan las impresiones que causaron estos depósitos naturales de agua a los visitantes primitivos. Además, otros aspectos y curiosidades son tratados en 32 comentarios cortos. Pilar Campos Fernández-Fígares ha elaborado, para ilustrar los textos, 23 dibujos de plantas y animales que viven cerca del agua de estas lagunas.
Según Castillo, «la retirada progresiva de los hielos tras la última glaciación dejó al descubierto estas lagunas. Durante el deshielo son casi innumerables las láminas de agua que rellenan las cubetas de sobreexcavación que fueron labradas por los hielos. Sin embargo, al avanzar el estiaje, la acción del sol y del viento, con pérdidas por filtración, pero, sobre todo, por evaporación, hacen que la mayor parte queden secas. De las más de 70 lagunas inventariadas , apenas unas 40 hacen frente a los rigores estivales, aguantando con agua hasta la siguiente temporada».
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