«La Facultad de Traducción e Interpretación se está viniendo abajo». Quien ha alertado de esta situación es una alumna del centro universitario, Adriana, que ayer tuvo que ser desalojada del laboratorio 9 porque una parte del falso techo se había desprendido.
La vicerrectora de Infraestructuras, Begoña Moreno, aseguró ayer que la Universidad de Granada ha encargado a una empresa constructora una inspección urgente del edificio, «cuya habitabilidad y seguridad se han visto afectadas por la incidencia de las lluvias de este invierno».
Además del citado laboratorio, el centro universitario ha tenido que cerrar tres aulas más con forjados dañados por el temporal.
La inspección del edificio se inició el pasado viernes y, según la titular de Infraestructuras de la UGR, tenía previsto concluir el informe ayer. Aunque no será hasta mañana cuando se realice una valoración de los daños totales causados.
Entre los estudiantes del centro se ha originado una gran inquietud por el estado del edificio, después de presenciar cómo los forjados y los techos de algunas aulas se venían abajo.
Sin embargo, la responsable de Infraestructuras, Begoña Moreno, afirma que no debe crearse alarma en torno a esta situación porque «la Universidad de Granada asumirá de manera inmediata todos los arreglos que precise la facultad y que en ningún caso se demorarán». Ante el lamentable estado que presentaban algunas aulas tras las intensas lluvias del mes de febrero, el Universidad decidió el pasado 22 y 23 de febrero clausurar el edificio e iniciar algunas actuaciones de emergencia. Pero en cuanto estuvieron controladas las primeras incidencias se volvieron a reanudar las clases.
«Ya estamos interviniendo en la Facultad de Traducción e Interpretación, así que no hay que generar más alarma. Los estudiantes pueden acudir a las clases con normalidad», añadió la vicerrectora de la Universidad de Granada Begoña Moreno .