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La UGR reajusta las asignaturas para sortear la falta de docentes

Las limitaciones para contratar personal funcionario impuestas por el Gobierno central ha obligado a la Universidad de Granada (UGR) ha hacer un reajuste en su oferta formativa para ‘estirar’ en la medida de lo posible su plantilla docente. Así se recoge en la Memoria anual 2013 aprobada ayer en la sesión ordinaria del claustro universitario, celebrada ayer en la Facultad de Filosofía y Letras.

En la mencionada Memoria se reseña que «el conjunto de medidas adoptadas para ajustar la oferta docente a la disponibilidad de profesorado» ha dado como resultado que entre el curso 2011/2012 y el 2012/2013 se haya registrado una disminución de los créditos a impartir, lo que, según el documento aprobado ayer por mayoría de los claustrales «ha contribuido a reducir las tensiones entre la carga y el potencial docente». Para este curso que ya está en marcha, sin embargo, es posible que la carga de trabajo del profesorado sea mayor, al tener que tutorizar los trabajos de fin de grado de la primera ‘hornada’ de egresados del plan Bolonia. En cualquier caso, este aumento de horas es «coyuntural» ya que en este curso se extinguirán definitivamente la mayoría de las licenciaturas.

La Memoria reconoce las restricciones para la contratación del profesorado, lo que «influye profundamente» tanto en la estructura de grupos como en la oferta de asignaturas. «En este contexto, la estructura de grupos ha sido diseñada teniendo en cuenta de manera primordial la suficiencia de profesorado» y «que, en la medida de lo posible, el tamaño de los grupos no se vea incrementado».

Una de las medidas adoptadas desde hace varios cursos y en la mayoría de centros de la UGR para ajustar la oferta docente al número de profesores ha sido la asimilación de «determinada asignatura de una titulación en extinción con su equivalente en el grado» o a la inversa, «de tal manera que se mantenga o incremente la oferta de asignaturas, pero sin duplicar la carga docente».

La Memoria reconoce que «el marco legislativo actual dificulta y limita el desarrollo de políticas de promoción y contratación de profesorado que mantengan una apuesta por la calidad de los servicios docentes» antes de enumerar las acciones de gobierno concretas para paliar el límite del 10% de contrataciones. Destaca la aportación de los recursos «necesarios» para mantener en la UGR a los investigadores que finalizaban su contrato dentro de los programas Ramón y Cajal y de Reincorporación de Doctores. Además, gracias a la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo se han podido contratar a 31 docentes sustitutos interinos.

El rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, reconoce en la presentación de la Memoria que éste ha sido un año «complejo» y descarga la responsabilidad de «los duros momentos que vivimos» la «grave situación financiera» y la política en «educación e investigación». En este sentido, González Lodeiro destaca el «eficaz programa de ahorro presupuestario» puesto en marcha por la institución académica, lo que ha propiciado «una situación financiera» que ha permitido el incremento de las ayudas propias de la UGR para paliar «en la medida de nuestras posibilidades» los efectos de la crisis.

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