La UGR penalizará a los estudiantes que renuncien a las becas Erasmus
La Universidad de Granada enviará 2.090 alumnos a países europeos el próximo curso · Unos 250 docentes y 89 PAS realizan cursos lingüísticos en el extranjero
A partir de ahora, para renunciar a una beca Erasmus hay que tener una razón académica o personal suficientemente justificada, de lo contrario, el solicitante será penalizado por la Universidad de Granada en cualquiera de las ayudas que solicite en el futuro.
Hasta 500 deserciones ha registrado la institución superior de las 1.717 plazas adjudicadas este curso pasado para el programa Erasmus, un montante excesivamente alto que ha generado enormes contratiempos a la Universidad, ya que «cuando los estudiantes rehusan es muy difícil mandar a un suplente porque las universidades extranjeras no admiten solicitudes a partir del 1 de junio y sus plazas se quedan sin cubrir», explica la responsable de los programas de movilidad de la UGR, Encarna Garrido.
El Vicerrectorado de Relaciones Internacionales todavía no ha fijado la duración de estas sanciones, pero asegura que los desertores estarán a la cola en sus peticiones académicas. «Necesitamos bajar como sea el número de renuncias -advierte Garrido-, porque es excesivamente alto».
El curso que viene se marcharán 2.090 alumnos de la UGR a las universidades europeas, lo que supone un 21% más que en la edición anterior. Aunque la Universidad de Granada tenía 3.359 plazas concedidas y recibió 3.379 solicitudes, unas 1.250 no han sido admitidas. Los destinos favoritos de los estudiantes son Italia (466), Francia (346), Alemania (252) y Reino Unido (251).
«La cuantía económica que reciben sigue siendo la misma, unos 600 euros, pero el año que viene [el plazo de inscripción se abre a finales de noviembre y dura hasta principios de enero] la Junta tendrá que aportar más porque la beca de partida de la Unión Europea ha bajado», explica la responsable de movilidad de la UGR. Así, la UE financiará 135 euros (60 menos que en 2008); si mantiene la cuantía como hasta ahora, el Ministerio de Educación pondrá 190 euros más y la Consejería de Innovación deberá pagar hasta 275 euros por alumno.
Los docentes y el personal de administración y servicios (PAS) también se han incorporado al programa Erasmus. Unos 250 profesores de la UGR han realizado ya estancias en universidades europeas, con al menos 5 horas de clases impartidas en el centro de destino. «Pero los docentes que más movilidad tienen son los que desarrollan alguna labor científica y solicitan becas en el extranjero para investigación», apunta Garrido. Por su parte, 89 PAS se han ido de Erasmus en Granada con becas de formación.
El PAS de la UGR ha empezado también a recibir formación lingüística con un programa específico. Este curso, 19 de ellos pasaron dos semanas (coincidiendo con el Corpus) en la Universidad de Warwick, en Irlanda, con una beca de 1.440 euros cada uno. «Ha sido todo un éxito esta movilidad y esperamos poder ofrecerlo otra vez en 2010», dice Garrido.
Los destinos del PAS y de los docentes no difieren mucho de los de los estudiantes: Italia, Portugal y Francia.
Como novedad, el próximo curso se ofertará un programa que combina la formación académica con la cooperación internacional. Se llama Erasmus Mundus External Cooperation Windows y permitirá a los estudiantes de grado y posgrado poder disfrutar de estancias en destinos con los que la UGR no tenía convenios o una oferta muy limitada: Balcanes, China, Israel, Palestina o el Líbano, entre otros.
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