La UGR logra la reunificación familiar de 200 niños desaparecidos o raptados
El proyecto DNA-Prokids, creado contra el tráfico de personas, ha terminado su fase piloto en países como Guatemala, Indonesia o Filipinas · Tienen una base de datos con 600 muestras de menores y 400 de madres
El tráfico de personas es uno de los grandes delitos internacionales, junto al de drogas y armas. Un problema reconocido por el propio secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon.
Para luchar contra esta lacra, que se estima afecta a más de 800.000 personas cada año, la Universidad de Granada creó en 2004, a través del Laboratorio de Identificación Genética, el proyecto DNA-Prokids, liderado por José Antonio Lorente. El objetivo es aplicar la ciencia y la tecnología para luchar contra este tráfico de seres humanos, especialmente de niños y mujeres.
Tanto es así que ya ha concluido la primera fase piloto y se ha conseguido la reunificación familiar de 202 niños desaparecidos o raptados de países como Guatemala, Indonesia o Filipinas, en los que se ha trabajado más activamente. «El 90% han sido niños que estaban en la calle y casas de acogida y el resto que iban a ser adoptados y se comprobó que la madre que los entregaba no era la biológica, por lo que el proceso era ilegal», matizó ayer Lorente en la presentación de los primeros resultados del programa.
Además de estas 200 reunificaciones, han conseguido una base de datos con unas 600 muestras de ADN de niños no identificados y más de 400 de mujeres que han denunciado la desaparición de su hijo. Porque se actúa tras la denuncia de una madre, que da una muestra de ADN que después se coteja con las muestras tomadas a niños en esta situación. «Si se tienen bases de datos en todos los países sería todo más fácil y saltarían las correspondencias», matizó Lorente, que denunció que «se puede rastrear con ADN el origen de muchos alimentos y el pedigrí de animales y todavía es imposible hacerlo con muchos seres humanos que son víctimas de este delito».
Así, dentro de los objetivos del programa, estar crear una base de datos internacional de niños que aparezcan fuera de sus hogares, en la calle u orfanatos, para comprobarlo con sus padres y conseguir la reunificación familiar; evitar las adopciones ilegales en las que entreguen a los niños personas que no son sus padres biológicos, y ayudar con todo esto a neutralizar la existencia de este delito.
Ya tienen base de datos Guatemala, México y Filipinas.
«Vamos a llevar el programa por todo el mundo. Nosotros, en la Universidad, realizaremos los análisis para los países menos avanzados pero el objetivo es que todos los que tengan recursos lo hagan. Y también nos comprometemos a formar técnicos. De hecho, tenemos colaboración con la Universidad de Tejas de EEUU para crear cursos de formación en todo el mundo y que no se concentre todo en Granada», matizó el director del programa, que puntualizó que no se trata de «ocupar el puesto de la Policía sino de coordinar a los países y ayudar» porque también se evitan así la inclusión de niños sin identificar en bandas de delincuentes y hasta el negocio del tráfico de órganos.
El laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada ya tiene en marcha otros programas de reconocimiento basados en el ADN como el Fénix, creado en 1998 para la identificación de restos de personas desaparecidas.
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