La cantidad e importancia de los bienes inmuebles de la Universidad de Granada está en sintonía con los casi 500 años que atesora la institución académica. Propietaria de un notable patrimonio inmueble, las continuas necesidades de ampliación y mejora obligan a mantener la inversión en el terreno de las infraestructuras. Así, en cuatro años, la UGR ha invertido unos 170 millones de euros en obras. La mayor parte de los fondos proceden de la Junta, que ha aportado hasta 137,7 millones, mientras que a través de fondos Feder y estatales se han financiado obras por valor de 22,6 millones. Por su parte, la propia Universidad ha destinado 8,8 millones de fondos propios a obras y remodelaciones, mientras que el CEI BioTic ha aportado 829.073 euros.
La mayor parte de la inversión ha ido a parar al Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud, extensión de la UGR que aún está por estrenar y que albergará las facultades de Medicina, Ciencias de la Salud, Odontología, Farmacia, Servicios Centrales el IMUDS, además de otros inmuebles que ya están en funcionamiento como el Centro de Investigación Biomédica, el Vicerrectorado o el edificio Bio Región, que alberga la sede del CEI BioTic. Así, el edificio de Servicios Centrales se lleva 39,4 millones de euros, la Facultad de Medicina otros 50,6 y la de Ciencias de la Salud otros 19,9 millones.
No sólo en nuevas edificaciones se invierte el dinero destinado a infraestructuras. El importante patrimonio histórico obliga a inversiones notables, como la que necesitó la adaptación del Palacete de los Condes de la Jarosa para albergar la sede de la Escuela Internacional de Posgrado. Esa remodelación requirió de 726.000 euros. Prácticamente el doble se llevó la restauración del patio de los Inocentes y del cimborrio del Hospital Real, joya de la corona de la UGR en patrimonio inmueble.
La piscina de Ciencias del Deporte (facultad en la que el año pasado se reformó el campo de fútbol y la pista de atletismo) ha sido una de las últimas inauguraciones en la Universidad de Granada. Pronto se sucederán otras, ya que ya han finalizado las obras en el edificio de Gran Vía que albergará la Oficina de Transferencia Tecnológica -con una inversión prevista de 4,7 millones-, las de ampliación del aulario de Económicas y Empresariales o el CETIC en Aynadamar (3,3 millones). Se sigue trabajando en la biblioteca de la Facultad de Derecho, que el pasado año cerró la adquisición de otro edificio para solventar los problemas de espacio del centro. También, aunque con retraso, prosiguen las obras en el antiguo Hospital Militar, que albergará la ETS de Arquitectura.
Sobre los planes de futuro del Vicerrectorado de Infraestructuras, en la web del área se reconoce que los recursos son «limitados» por las «dificultades económicas existentes en la actualidad», lo que «obliga a llevar a cabo una priorización de actuaciones».