La persuasión de los tribunales
aulario. Los estudiantes de último curso de Derecho están encantados con las clases, pues a la vez que instructivas son entretenidas.
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granada. Pocos abogados saben que beber un vaso de agua y respirar profundamente instantes antes de intervenir en un juicio ayuda de forma eficaz a doblegar los nervios. Éste es uno de los trucos que están aprendiendo los alumnos de quinto de Derecho de la Universidad de Granada en el curso de Oratoria Jurídica que, incluido dentro de la asignatura Prácticum, les será muy útil en un futuro para vencer el miedo a hablar en público.
El objetivo de la iniciativa, que ha impulsado la Delegación Provincial de Justicia de la Junta y que es pionera en España, es enseñar a los futuros abogados a comunicar eficazmente, una habilidad que no sólo les servirá en el plano profesional, para cuando tengan que tratar en sus despachos con clientes o tengan que realizar sus alegatos en los juicios, sino que les será también muy útil en el plano personal. Así lo resaltan tanto los alumnos del curso, que confiesan estar encantados con las clases, como el experto que se las está impartiendo, Julio García Ramírez, que es profesor de Oratoria del Colegio de Abogados de Madrid y autor de interesantes títulos, como Las cuatro habilidades del abogado eficaz. La buena práctica.
José Ramón es uno de los estudiantes que ayer asistió al Aulario de Derecho, donde se está desarrollando el curso. Le tocó incluso escenificar delante de sus compañeros un alegato como abogado de una mujer maltratada. Aunque en su caso perdió el miedo a hablar en público hace ya mucho tiempo –como demostró ante los demás estudiantes, que le brindaron un gran aplauso–, a su juicio, la iniciativa es muy positiva. Para Maribel, otra alumna, es una asignatura que tenía pendiente Derecho, pues la oratoria en la práctica jurídica es esencial, máxime si te vas a dedicar a ser abogado.
Las enseñanzas del profesor García inciden en muchos otros aspectos, tales como la importancia de la comunicación no verbal, pues hay ideas que se pueden enfatizar más con los gestos que con las palabras, o de los horarios. Y es que los jueces, como todos los mortales, se cansan cuando una vista se prolonga varias horas y más aún si no hace un receso al mediodía. Por ello, la capacidad oratoria de los letrados es fundamental para captar su atención e intentar persuadirles.
También son importantes los días de la semana. Por ejemplo, hay días en los que, generalmente, todo el mundo se encuentra mejor y el martes es uno de ellos. El lunes, solemos estar más distraídos y los viernes más agotados. En cualquier caso, como recordó García, no hay que olvidar que para ganar un pleito, lo principal son las pruebas.
En el curso, los futuros letrados también están aprendiendo técnicas de negociación, ya que hoy en día los abogados son los primeros oráculos de la Justicia y debemos de evitar precisamente que el cliente vaya a pleito, señala García. A juicio del experto, los abogados, al igual que otros profesionales, deben mejorar en comunicación, pues en la actualidad prácticamente en ninguna carrera se aprende a hablar en público: Desde aquí reclamo que aprender a hablar en público se enseñe más en las universidades y colegios profesionales, pues hay muchas personas competentes en sus puestos y, sin embargo, cuando hablan en público no denotan esa competencia.
Tanto la delegada de Justicia, Begoña Álvarez Civantos, como el decano de la Facultad de Derecho, Juan López, que estuvieron ayer en el Aulario, elogiaron el curso, al que asistirán este mes en total 314 estudiantes.
