Inicio / Historico

La historia no contada del pueblo gitano

estudio antropológico

La historia no contada del pueblo gitano

Una investigación universitaria intenta poner fin al silencio que rodea a esta comunidad desde el año 1783

garcía vivas
muestra. Imagen de una exposición reciente sobre el colectivo gitano.

MOHAMED EL KHATTAT
@ Envíe esta noticia a un amigo

granada. Durante los últimos 222 los gitanos han desaparecido de la historia. Allí estaban, en las calles de casi todos los pueblos andaluces, en todas las regiones del país, desempeñando los trabajos más duros e indeseados, malviviendo, yendo de un lado a otro, y sin embargo ningún historiador se dignó a volver la vista hacia ellos. No hay constancia documental de su existencia.
En los últimos decenios, además, se les ha ido vistiendo de un conjunto de estereotipos y tópicos que los presentan como una comunidad de maleantes, parásitos, vendedores de droga, vagos y artistas. Sólo los viajeros románticos ingleses los convirtieron en ejemplo del sueño orientalista que les trajo a España.

Este es el terrible panorama que ha llevado a Juan Francisco Gamella Mora, del Departamento de Antropología Social de la Universidad de Granada, a emprender una ardua tarea para la Delegación de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social de la Junta: al frente de un equipo multidisciplinar, trata de recuperar del olvido la historia de esta comunidad y dignificar la imagen de este colectivo mediante la presentación de su contribución a la sociedad. El antropólogo consideró que la razón del olvido sufrido por este pueblo no es otra que el desprecio mostrado hacia ellos.

La primera parte del trabajo, que dura ya ocho años, fue presentada ayer por Gamella y la delegada de Igualdad de la Junta, Rosario Quesada. Básicamente, ha consistido en una intensa búsqueda en archivos parroquiales, juzgados de paz y entrevistas a gitanos ancianos.

El investigador explicó que el último estudio realizado sobre los gitanos se inició en 1783 y se fue completando hasta 1788. El censo contabilizó a unos 7.500 gitanos en Andalucía, de los cuales más del 90 por ciento tienen un oficio conocido y útil con el que se ganan la vida, y ello a pesar de que tenían prohibido desempeñar varios oficios, aseguró ayer el investigador. Principalmente, fueron carniceros, albéitares, panaderos, comadronas, herreros o esquiladores, pero también vendedoras a crédito de joyas, una imagen que contradice la que predomina hoy de ladrones y personas que engañan.

La llegada de la industrialización y la mecanización a finales de la década de los 50 del pasado siglo pasó una elevada factura a esta comunidad, que no supo o no fue preparada para afrontar los nuevos tiempos. La venta de droga y la delincuencia común se hizo presente, hasta que el panorama vuelve a cambiar en los años 80 gracias a la venta ambulante y nuevos oficios. Hicieron lo que pudieron, pero nunca rechazaron el trabajo, rechazaron los que les ofrecían sus vecinos poderosos, subraya Gamella.

Según datos facilitados ayer por Juan Francisco Gamella, en Granada viven actualmente unos 45.000 gitanos, mientras que en Andalucía su número puede llegar a las 250.000 personas. El investigador confesó que su sueño sería que los gitanos europeos tuvieran un museo europeo de los pueblos gitanos, con dos sedes en Granada y Budapest.

Descargar