universidad reorganización de espacios en la ugr
La guerra de las facultades
granada hoy
a la espera. Imagen de la Facultad de Filosofía y Letras, una de las que sufren mayores problemas de espacio.
ANA GONZÁLEZ
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granada. A la espera de que el rector de la Universidad de Granada determine con los decanos de las facultades que se marchan al Campus de la Salud el espacio que ocupará cada una, los centros más masificados –Económicas, Ciencias de la Educación y Filosofía y Letras– han comenzado a reclamar espacios. La falta de suelo hace insostenible su situación pese a que en el horizonte se vislumbra la solución: el aprovechamiento de los espacios que dejen las facultades que se marcharán en 2010 al Campus de la Salud: Medicina, Odontología, Farmacia y Ciencias de la Salud.
Hasta entonces –faltan al menos cuatro años– los centros tendrán que buscar soluciones alternativas. La Facultad de Educación ya ha empezado a pensar y ha decidido pedirle aulas al Instituto de Educación Secundaria Aynadamar para llevarse allí a algunos de sus alumnos. Su decano, Francisco Fernández, dice que están a punto de reventar y que no pueden esperar todo este tiempo en las mismas condiciones. Dan clase a 5.600 alumnos que en un supuesto reparto de espacio cabrían a 2 metros cuadrados por persona.
Hay más datos: de los 300 profesores que dan clase sólo 120 tienen despachos y el decano ha montado su propio lugar de trabajo en la sala de reuniones. De ahí que estén pensando incluso en pedir la cesión de un cuartel que hay frente al edificio y construir un puente que una ambas construcciones.
El fulgurante aumento de alumnos de la Universidad de Granada en los últimos años y las incomodidades propias de unos edificios que se han quedado pequeños han hecho que todas las facultades tengan ahora sus miras puestas en estos cuatro edificios que se quedarán vacíos en unos años. Si Económicas manifestaba hace unos días sus preferencias por ocupar el espacio que dejará libre Farmacia, Filosofía y Letras se ha posicionado ahora en los mismos términos.
Los problemas de infraestructuras son generales en todas las facultades y también la nuestra –como la que más– padece esta carencia de espacio, argumentó la decana de la Facultad de Filosofía y Letras, María Elena Martín Vivaldi. El edificio de Farmacia o el que pueda dejar libre Económicas, cualquier opción es bien recibida por las facultades. La decana de Letras sabe bien lo que es carecer de espacios para la docencia. Tal es así que en su Facultad el equipo de gobierno no tiene despachos, se tuvo que eliminar la sala de reuniones por falta de aulas y los consejos departamentales se llevan a cabo en clases.
Precisamente la carencia de nuevo suelo ha hecho agudizar el ingenio y así, en Filosofía y Letras, la mayoría de las clases son reversibles, es decir, tienen al menos dos usos. No tenemos espacio para los ordenadores así que decidimos ponerlos en las aulas normales y abrir dos horarios con dos usos, añadió la decana de la Facultad de Filosofía y Letras.
En Educación confían en que las facilidades que este año da la Universidad a los alumnos para adquirir un portátil dote a los alumnos de esta herramienta porque en la Facultad sólo hay puestos de informática para la mitad.
Después de diez años de lucha, Filosofía y Letras consiguió hace unos meses desbloquear el permiso para la construcción de un nuevo edificio departamental, pero desde entonces las necesidades han cambiado y la Facultad teme que el edificio se quede pequeño antes de que se ponga la primera piedra. De momento hay profesores adscritos a la Facultad con despachos repartidos por todos los departamentos del centro, es más, hay algunos que incluso tienen su despacho en otro centro, como en la Facultad de Psicología.
Sobre la posible solución a este problema de espacios los decanos se muestran escépticos: Hace quince años empezó a hablarse en Granada del aulario de Derecho y se ha podido inaugurar este año; de nuestra nueva biblioteca se comenzó a hablar allá por el año 1997 y todavía sigue sin estar terminada, por eso me temo que nos quedan muchos años por delante hasta que se solucione nuestro problema, declaró Francisco Fernández.