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La economía granadina se estanca en la UCI con pronóstico muy grave

El último Boletín de Coyuntura Económica de Caja Rural de Granada indica que la recuperación está lejos, sobre todo por la influencia negativa que tendrá sobre la provincia la política de ajustes y recorte

La economía granadina se estanca en la UCI con pronóstico muy grave
El último Boletín de Coyuntura Económica de Caja Rural de Granada indica que la recuperación está lejos, sobre todo por la influencia negativa que tendrá sobre la provincia la política de ajustes y recortes.
GUADALUPE S. MALDONADO , GRANADA | ACTUALIZADO 30.11.2011 – 06:56
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«Estamos ante una depresión profunda y muy duradera con soluciones difíciles y complejas. En este laberinto, la política económica ha de medir muy bien el impacto de cada medida, pues una dosis inadecuada por exceso o por defecto, puede agravar aún más los problemas existentes o crear nuevos, como está ocurriendo». El optimismo respecto a la situación actual y el futuro inmediato brilla por su ausencia en el último Boletín de Coyuntura Económica editado por la Fundación Caja Rural de Granada.

La situación era mala, ahora es peor y en el futuro puede ser todavía más complicada. Esta es la principal conclusión del informe, cuyo director, Miguel González, señaló ayer que la economía española -y por extensión, la andaluza y la granadina- «continúa en la UCI». El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Granada indicó que, pese a que parecía imposible, cinco meses más tarde de la presentación del último boletín, la situación es aún peor. «En la UCI se puede empeorar. La economía sigue en la UCI y ha tenido importantes complicaciones». El pronóstico, además, es muy grave. Tanto que ya no cabe hablar de recesión, sino de una crisis histórica que mezcla aspectos de la depresión del 29 y de la crisis de los 70.

Los cambios bruscos en la política presupuestaria, que comenzaron en mayo de 2010; el «gravísimo» deterioro del entorno exterior de la economía española, especialmente por la crisis en la Eurozona; y el progresivo incremento del desempleo han agravado en apenas medio año la situación económica.

Lo peor es que la recuperación tampoco llegará en un futuro próximo. «Todo nos hace indicar que posiblemente asistamos a un empeoramiento de la situación económica». En primer lugar porque, como reflejaba el reciente informe de la OCDE, el entorno económico de España ha cambiado y ahora evoluciona peor. Y, en segundo lugar, por la política de consolidación fiscal, con sus ajustes y recortes, que tendrá que acometer el próximo Gobierno si quiere cumplir sus compromisos de reducción del déficit público. «Se nos dice que el ajuste fiscal va a ser bueno, pero eso es una contradicción. Es como si te dicen que aceleres el coche pisando el freno. A corto plazo, todo ajuste fiscal tiene un efecto contractivo para la economía», indicó González. Y esas consecuencias se reflejarán inevitablemente en el mercado de trabajo.
El caso es que en Granada los efectos de esta nueva política pueden ser todavía más graves. La reducción del gasto público y, sobre todo, los posibles recortes en el sector público, de gran peso en la provincia, harán que Granada salga peor parada que otras zonas del territorio nacional. González recordó que en la provincia, de cada cien personas que trabajan, 20 son empleados públicos, por lo que cualquier ajuste en el sector tendrá una gran repercusión. En el informe, de hecho, los autores apuntan que, en el caso de Granada, los ajustes fiscales adicionales «retrasarán la recuperación», aunque confían en que «no se demore en el tiempo una vez que se hayan reducido los niveles de endeudamiento de los diferentes agentes económicos».

Además, la generalización de la crisis afectará a dos sectores muy ligados al consumo que en los últimos meses se han convertido en los motores de la economía granadina: el turismo y el comercio. «Mucho nos tememos que el futuro será todavía peor», manifestó el experto. La razón es bien simple. En los últimos trimestres hay actividades que han repuntado, como el turismo o el sector exterior.

Pero las perspectivas, influenciadas por el devenir económico de los ‘clientes’ de la economía granadina, no son tan buenas. «Con lo que ha ocurrido en los últimos meses, puede que la actividad de estos sectores no termine de cuajar o se ralentice», indica el catedrático de Economía, que recuerda que el principal mercado de destino de las exportaciones granadinas es Alemania. «Si Alemania se para, eso nos va a afectar. Y si a eso se suma el ajuste generalizado, pues más todavía. ¿Quién tira de quién, si el ajuste fiscal lo hace todo el mundo? Todos estamos en el pozo y no hay nadie que tire de nadie».

El director del informe consideró que en la nueva oleada de recortes y de reducción del gasto público que está por venir, habría que respetar los límites que marca el Estado de Bienestar: la pensiones, la sanidad, el subsidio del desempleo y la educación. «Hay que tratar de hacer todo lo posible por respetar este límite. El Gobierno tendrá que priorizar el gasto público», insistió González.

En opinión del experto, las reformas prioritarias que tendrían que acometer las administraciones públicas pasarían por un cambio del sistema financiero «en profundidad, para que fluya el crédito; una reforma del mercado de trabajo «para que con cada punto que crezca el PIB se cree el mayor empleo posible»; y una modificación del sistema educativo. Eso sí, el catedrático de Economía Aplicada afirma que «de nada sirve reformar el sistema financiero, el mercado de trabajo y la educación si todo eso es para esperar que crezca el sector de la construcción y que tengamos un buen año turístico». Según Miguel González, los esfuerzos que se hagan no pueden ser «para volver al pasado».

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