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La Defensora Universitaria tramitó doce quejas por acoso laboral

La Defensora Universitaria tramitó doce quejas por acoso laboral

En su primer año de trabajo en el órgano de control se han recibido 169 quejas, varias por la utilización de los profesores de espacios reservados en las cafeterías, una práctica que la Defensora recomienda desterrar

purificación fenoll.

ANA GONZÁLEZ
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granada. La Defensora Universitaria de Granada ha concluido su primer año de gestión con 169 quejas, 12 de ellas por acoso laboral. El sector del profesorado y el Personal de Administración y Servicios (PAS) es el que más quejas de esta índole ha registrado con 5 denuncias cada uno, mientras que las otras dos denuncias corresponden a un alumno y un doctorando.
En sus quejas hay desde una profesora que denuncia que existen compañeros que utilizan su material de investigación sin su permiso y que le falsean la firma para anunciar que no va a ir a clase, hasta una funcionaria del PAS que se queja de un presunto acoso laboral por parte del decano de su facultad. Por sectores son los estudiantes los que más utilizaron este servicio, inexistente durante varios años en la Universidad de Granada. El 61 por ciento de las quejas procedió de los estudiantes, el 18 por ciento del PAS y el 17 de los profesores.

El mayor desacuerdo entre los alumnos lo siguen provocando las calificaciones, los exámenes, la docencia y los procesos de matrícula; de hecho las épocas de mayor afluencia de quejas coinciden con los periodos de examen: en junio y septiembre. Hay otras quejas referentes a la prohibición de entrar a clases con determinada indumentaria o algún profesor que se lamenta de que una alumna mantenga con él correspondencia que no se ajusta a la estricta relación docente.

Hay que tener en cuenta que del porcentaje de quejas estimadas en el 47 por ciento de los casos el quejoso tiene razón pero en el 43 por ciento no, explicó la Defensora Universitaria, Purificación Fenoll, durante la presentación de la memoria anual que se llevó a cabo en el claustro universitario celebrado ayer.

Por áreas de conocimiento son la Facultad de Ciencias, la de Farmacia y Actividad Física y el Deporte, Económicas y Filosofía y Letras de las que surge la mayor parte de las quejas formuladas en la Oficina del Defensor Universitario. Sobre sus pronunciamientos a lo largo de este año, Fenoll hizo hincapié en una recomendación que se ha extendido a todos los centros tendente a eliminar de las cafeterías los espacios reservados a los profesores.

En su argumentación, la Defensora explicó que el servicio público de la enseñanza universitaria no se beneficia por el hecho de que un trabajador tome su refrigerio en zonas reservadas más confortables. Por eso no cabe sentar diferencias entre trabajadores y alumnos, porque éstos no son clientes, sino miembros de la comunidad universitaria, añadió en su informe.

En el caso de la reserva de plazas de aparcamiento, la situación es distinta, ya que hay que adoptar medidas que disminuyan los riesgos de una incorporación tardía de los trabajadores a sus puestos de trabajo, relató la Defensora, quien insistió en la necesidad de aclarar las funciones exactas de este organismo. No es un órgano jurisdiccional, no es una instancia administrativa más ni una oficina de información.

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