Los responsables de las principales áreas de la Universidad de Granada destacan la rigurosidad y transparencia con la que se ha trabajado en los últimos cuatro años.
Esta semana se inicia la cuenta atrás para la celebración de elecciones a rector en la Universidad de Granada. Con el calendario cerrado, que establece definitivamente el día de las votaciones en el 30 de mayo, los responsables de las principales áreas de Gobierno hacen balance del último mandato, que apenas ha cumplido tres años y medio, y esbozan los retos para la próxima etapa. En el punto de mira está Francisco González Lodeiro, rector desde 2008 y, de momento, único candidato oficial a los comicios, y un equipo directivo que ha tenido que afrontar dos grandes desafíos: la adaptación de los estudios superiores a las exigencias de Europa y una fuerte contención del gasto motivada por la crisis económica internacional.
Haciendo honor al lema con el que presentó Lodeiro su primera candidatura en diciembre de 2007, La UGR de par en par, todos los consultados por este diario coinciden en que la transparencia ha sido su prioridad durante los tres años y medio que ha durado su mandato. Aunque serán los miembros de la comunidad universitaria los que le pedirán ahora cuentas sobre el nivel de realización de los compromisos que adquirió cuando tomó posesión.
Nada más asumir el cargo tuvo que incorporar a la UGR en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Con más de un centenar de títulos por adaptar y una comunidad integrada por casi 80.000 personas, el equipo de Gobierno de Lodeiro ha apurado hasta el último año (2010) para introducir los nuevos estudios, pero el resultado ha sido satisfactorio, sin problemas de espacio ni descoordinación en la docencia.
El mayor reto que planteaba este proceso era la movilidad de los universitarios y la reforma de los estudios de posgrado. La vicerrectora de Relaciones Internacionales, Dorothy Kelly recuerda que este curso se ha alcanzado los 2.000 becarios Erasmus enviados desde la UGR. «Es la primera vez que una universidad europea supera esa cifra de enviados en un mismo curso». La calidad de la movilidad también se ha mejorado con acciones de información, orientación y preparación para los enviados y de recepción y orientación para los estudiantes extranjeros que llegan a la UGR; además de informatizarse y sistematizarse las convocatorias de movilidad, advierte Kelly.
Respecto a los posgrados, aunque se ha avanzado mucho con los nuevos planes (nueve de cada diez alumnos de posgrado dieron un notable a la enseñanza recibida en 2010) y se ha puesto en marcha la Escuela de Posgrado, queda pendiente abordar los cambios en el doctorado. «La nueva regulación va a permitir implicar más a los sectores sociales y hacer los estudios de Doctorado más internacionales», decía Lodeiro a este diario cuando se le preguntó por sus objetivos de futuro.
Aunque lo más difícil de este periodo ha sido el ajuste económico que ha tenido que hacer su equipo apenas un año después de iniciar su andadura. Para la secretaria de coordinación universitaria, María José Gálvez, «la gestión del gasto ha sido ejemplar, pues en ningún momento se ha comprometido el futuro de la Universidad». Independientemente del criterio seguido en los recortes, la UGR es de las pocas universidades españolas que ha podido mantener las promociones de personal. Además, «Lodeiro ha reforzado el carácter de bien público de la Universidad», opina.
Para contrarrestar la bajada de las becas ministeriales, la UGR ha incrementado en más de un 21% el presupuesto de las ayudas propias. También ha incrementado los puntos de información para los estudiantes y se ha volcado en mejorar su empleabilidad, tal y como destaca la vicerrectora de Estudiantes, Inmaculada Marrero. «Con ayudas a emprendedores, estudios de inserción laboral de los egresados, un Plan Propio de Prácticas Profesionales y una descentralización de la orientación laboral», apunta Marrero.
En estos años se han modificado los Estatutos de la UGR (los anteriores databan de 2003 y debían ser reformados para incorporar la nueva Ley Orgánica de Universidades) y se han establecido planes transversales de igualdad, medio ambiente, cooperación, servicios y acción social, tal y como prometió en su campaña. Creó una Unidad de Igualdad y dio ejemplo al nombrar más vicerrectoras que vicerrectores, pero no ha conseguido que se refleje en los cargos directivos.
CCOO califica de «insuficientes» las políticas de igualdad y, aunque cree que se han hecho avances positivos en la transparencia de la gestión del profesorado, considera que no son suficientes. Es «negativo que no se haya afrontado la precarización de una parte de la plantilla», dicen en CCOO. UGT también cree que ha quedado pendiente la constitución de una Mesa de Negociación sindical en la UGR, pero destaca «la especial sensibilización de Lodeiro con los sindicatos».
La ubicación de las nuevas facultades en el Parque Tecnológico de la Salud y la consolidación del Campus de Excelencia Internacional, con una especialización de la Universidad de Granada en TIC y Biosalud, son los grandes retos para el próximo mandato que culminarían la política que Lodeiro se marcó.