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«La ciencia está viviendo una explosión equivalente a la del XIX»

juan luis ramos. director de la estación experimental del zaidín

La ciencia está viviendo una explosión equivalente a la del XIX
El centro de investigación del CSIC celebra este año su cincuenta aniversario de existencia. Su director habla de su presente y su futuro en el contexto global de la ciencia, cada vez más interconectada y tecnificada. En el centro trabajan científicos de 20 nacionalidades que dan respuesta a problemas de la tierra. El reto: abrirse a la ciudad y al mundo ofreciendo investigaciones de calidad.

esther falcón
director. Juan Luis Ramos, ante el edificio de la Estación.
I. GARCÍA
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Granada. En 1955 el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) compró unos terrenos en el Zaidín y fundó la Estación Experimental, un centro que aglutinaba distintas investigaciones que se encontraban diseminadas por la Universidad de Granada. Cincuenta años después es el mayor centro del CSIC en Andalucía, y está entre los diez más importantes de España. Su director, Juan Luis Ramos (Sevilla, 1956), llegó a la Estación a finales de los ochenta como científico y ahora es su gestor. En el año del aniversario habla del presente y del futuro del centro y de la ciencia.

En la Estación Experimental hay dos grandes áreas de conocimiento: las ciencias agrarias y el estudio de los recursos naturales. Estas áreas científicas se traducen en líneas de investigación como estudios sobre genética del suelo; las señales químicas que utilizan las plantas y las bacterias para comunicarse; la biodegradación; la respuesta de las plantas a situaciones de estrés como la sequía; o el estudio de isótopos estables, donde el centro disponde de un laboratorio único en España. Estas investigaciones son las que ocupan a los 63 científicos, 30 investigadores postdoctorales y los casi 100 becarios de investigación del centro. Junto con el personal de apoyo –administración, técnicos, etcétera–, suman más de 300 personas.

La importancia del centro se mide no sólo por el tamaño sino por capacidad de obtención de recursos, justifica Ramos. El año pasado, sus investigadores consiguieron 3,4 millones de euros en distintas convocatorias –europeas, nacionales, regionales, proyectos con la industria…–. Según sus datos, este porcentaje aumenta en torno a un diez por ciento cada año. El coste de mantenimiento del centro se cifra en 800.000 euros, de los que el CSIC aporta 600.000. El resto se cubre con lo que consiguen los científios de fuentes externas. Todos los ingresos que conseguimos revierten luego en la investigación, puntualiza Ramos.

¿Es rentable la investigación científica? La rentabilidad no se mide porque sobre dinero a final de año. También se expresa en patentes. Empresas como Dupont han adquirido patentes del centro granadino. Sin embargo, todas no se circunscriben al ámbito agrícola o ganadero. En la ciencia los descubrimientos no sólo tienen aplicación en el área donde se realizaron. En los últimos 5 años se han conseguido 10 patentes. Pocas, según Ramos, que justifica porque a veces el científico está muy enfrascado en la labor que realiza y no es consciente de la repercusión industrial de su trabajo.

El director de la Estación resalta el enfoque multidisciplinar del centro –y de la ciencia actual– con un ejemplo: un estudio básico de biología sobre el polen del olivo adquirió repercusiones en el ámbito de la salud al analizar las variedades menos agresivas para los alérgicos. Con esta información podríamos asesorar a los ayuntamientos sobre qué variedades son las más adecuadas para plantar en los parques, destaca Ramos. Eso también es rentabilidad de la investigación.

Debe existir la posibilidad de que los investigadores ayuden al político en la toma de decisiones, opina. Desde la Estación Experimental del Zaidín, se coordinó un estudio medioambiental de la Ría de Huelva, cuyas conclusiones sirvieron para que la Junta recomendase a las empresas medidas para ser menos contaminantes. Asesorar a las administraciones no es tan vistoso como una gran publicación pero es muy importante para la sociedad.

¿Los políticos hacen caso de las recomendaciones de los científicos? La mayoría de las recomendaciones que hemos dado se han puesto en marcha, recuerda Ramos.

¿Qué hace la Estación por la ciudad? Su director contesta: Yo diría que somos una de las empresas más grandes, por lo que creamos empleo. Y difundimos el nombre de la ciudad por el mundo. Si somos capaces de aprovechar el buen nombre de Granada con una buena actividad científica podemos atraer a mucha gente a trabajar aquí. El ejemplo lo encuentra Ramos en el centro que dirige: Actualmente hay científicos de 20 nacionalidades trabajando aquí.

La internacionalización de la ciencia ha provocado efectos positivos en otros niveles. En los últimos diez años, el centro se ha consolidado por los proyectos de la Unión Europea, comenta Ramos, que estima en cuarenta las investigaciones que Europa ha financiado. Somos el centro andaluz del Consejo que más financiación europea ha tenido. Esto ha permitido una fuerte inversión en infraestructuras que facilitó la construcción de nuevos edificios –laboratorios, invernaderos y un auditorio–; también ha recibido financiación para una próxima ampliación en el espacio que queda en el recinto.

En cuanto a la relación del centro con la ciudad, su director planea construir un restaurante en la antigua vaquería, que, junto con los jardines, puedan visitar los ciudadanos. Con el nuevo salón de actos nos queremos incorporar a la vida cultural de la ciudad con conciertos, teatros. La divulgación es un reto que tenemos los científicos, reconoce.

Otro reto que se marca la dirección es establecer unos servicios científicos internos y externos. Hoy la ciencia requiere grandes inversiones en equipamiento. No se entiende el trabajo del científico aislado, por lo que podemos aprovechar los equipos más innovadores para dar servicios a otros centros.

¿En qué ha cambiado la ciencia en los últimos años? Antes se requería mucho esfuerzo para analizar un sólo aspecto. Ahora con los medios técnicos actuales los análisis son más globales. Los avances tecnológicos facilitan perspectivas distintas que te permiten avanzar en muchas áreas, Juan Luis Ramos no cree que la multiplicación de la información que generan estos desarrollos obstaculiza la investigación. Al contrario, yo creo que ahora es más fácil resolver los problemas porque te puedes conectar con el mundo entero a través de internet. La ciencia está viviendo una explosión equivalente a la del siglo XIX.

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