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Investigan hormonas para detectar el síndrome metabólico

Investigan hormonas para detectar el síndrome metabólico

Investigadores de la UGR lideran un estudio sobre la hormona adiponectina

Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) lideran un estudio en el que buscan biomarcadores con los que detectar de forma prematura el síndrome metabólico, asociado a la obesidad y al riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

El estudio responde al hecho de que, aunque el síndrome metabólico se ha relacionado tradicionalmente con personas de edad adulta, investigaciones actuales apuntan a su incidencia en niños. De hecho, el grupo de investigadores ya ha comprobado la incidencia de la enfermedad en niños con obesidad de entre 6 y 10 años, sobre los que han realizado las pruebas pertinentes, informó ayer la UGR.

En concreto, los estudios apuntan a que un 30% de los niños con problemas de peso padecen síndrome metabólico, por lo que el objetivo ahora es encontrar un biomarcador con el que sea más rápido y seguro diagnosticar la enfermedad. La adiponectina, una hormona relacionada con la resistencia insulínica, podría convertirse en un «excelente» marcador del síndrome, según el responsable del estudio, Ángel Gil, que es profesor del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Farmacia y del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos.

Los investigadores han comprobado que los niños obesos tienen menos cantidad de esta hormona y, por tanto, aumentan su resistencia a la insulina.

Esto conlleva la aparición de diabetes en estas edades tempranas, lo que se relaciona con el síndrome metabólico, según Gil, para quien la medición de esta hormona como marcador determinante del trastorno en niños sería un avance para la detección y posterior tratamiento de la enfermedad.

«Las patologías asociadas al síndrome metabólico se pueden reducir considerablemente con un diagnóstico precoz», según el autor de este estudio, que se enmarca en un proyecto de excelencia que cuenta con un incentivo de 247.000 euros de la Consejería de Innovación. El estudio ha incluido más de 900 niños a los que se ha estudiado sus referentes genéticos, dieta y hábitos de vida y sus resultados han sido publicados en Clinical Science.