– Granada reúne a los expertos en los Libros Plúmbeos para arrojar luz sobre el mito
Los Libros Plúmbeos siguen siendo una puerta cerrada en falso. Los discos de plomo que aparecieron en la colina de Valparaíso en 1525 -y que convirtieron a Felipe II y Felipe III en defensores a ultranza de la virginidad de María- serán objeto de un ciclo de debates el 16, 17 y 18 de abril en la Fundación Euroárabe. Bajo el título Los Libros Plúmbeos, entre el mito y la realidad histórica, diversos especialistas intentarán arrojar luz sobre la vinculación con los libros de familias moriscas de Granada como los Granada-Venegas o los Núñez Muley.
El ciclo arrojará luz sobre unos discos de plomo que nacieron con el objetivo de influenciar a la opinión pública y a la monarquía a favor de la comunidad morisca, explica Carmelo Pérez, director de la Cátedra Emilio García Gómez que organiza el congreso. En su opinión, aún existen problemas de interpretación porque a veces la grafía no tiene todos los signos diacríticos. Además, continúa, al no tener acceso directo a los Libros Plúmbeos y sólo a las copias existen muchos problemas.
Javier Martínez Medina dará la conferencia inaugural sobre El contexto socio-religioso en el que surgen los Libros Plúmbeos, en el ámbito de la Contrarreforma y del catolicismo. Martínez Medina parte del convencimiento de que, en los libros, lo prioritario es lo cristiano y no lo musulmán, al contrario de lo que defienden muchos investigadores, explica Carmelo Pérez.
Entre los participantes, Mercedes García Arenal, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), hablará sobre Los Libros Plúmbeos en el entorno de las familias granadinas, las familias moriscas de Granada donde parece que se idearon estos Libros Plúmbeos.
Por su parte, el profesor de la UGR Manuel Barrios disertará sobre Los libros Plúmbeos y el arzobispo Pedro de Castro, obispo de Granada cuando se descubrieron los libros en San Cecilio y que destacó por su compromiso y defensa a ultranza de los hallazgos. Era el líder de la defensa de los libros y, en su condición de asesor de Felipe II y Felipe III, quien convirtió a estos reyes en defensores del dogma.
Miguel Hagerty titula su conferencia Los apócrifos granadinos: ¿sincretismo o simbiosis? e intentará descifrar si, efectivamente, los libros tratan de conciliar dos prismas diferentes o pretende una simbiosis entre las élites cristianas y las élites moriscas para sacar beneficios mutuos.
Por último, Luis Bernabé Pons, catedrático de la Universidad de Alicante, hablará sobre la relación de los Libros Plúmbeos con otro texto también morisco, el Evangelio de Bernabé, del siglo XVII, y que habla de la vida de Jesús desde la creencia musulmana. Jesús aparece aquí como un profeta humano que no es el hijo de Dios, explica Pérez sobre unos libros que fueron calificados por Inocencio XI como puras ficciones humanas para ruina de la fe católica en el momento de declararlos heréticos en 1682. No regresaron a Granada hasta el 2000 y, desde entonces, cada cierto tiempo, aparecen esporádicas investigaciones que no acaban de descifrar todos los enigmas existentes. Es un tema que forma parte del legado de la ciudad de Granada y es necesario retomarlo porque se necesitan nuevas líneas de investigación, para lo que se necesita tener de una vez acceso directo a los documentos, lamenta Pérez.
Respecto a las nuevas hipótesis, hay muchas interrogantes como la finalidad última de los Libros Plúmbeos. Se han apuntado teorías de que era un intento de revitalizar y resaltar a Granada, ya que carecía de la legitimidad religiosa que daban las reliquias, caso de Santiago de Compostela o Toledo. Otra intencionalidad podría ser enaltecer la lengua árabe como elemento distintivo de los moriscos. También hay que ver quien escribió los libros, analizar el contenido, qué parte de esa teología forma parte del legado católico y qué parte del musulmán, si ha habido un autor en el que confluían los dos legados con una idea híbrida…, enumera.
Libros como El segundo hijo del mercader de sedas han contribuido a una visión romántica del hallazgo del siglo XVI. Lo que sí creo es que tenía el objetivo de influenciar a la opinión pública. Pero siguen siendo unos libros incómodos porque no se intenta verificar las reliquias de San Cecilio, basados en una parte en los contenidos de los Libros que fueron condenados por la Iglesia, concluye el director de la Cátedra Emilio García Gómez.
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