Estudiantes de Arquitectura diseñan los intercambiadores del metro de Málaga
s. camacho
análisis. Alumnos de Granada.
SEBASTIÁN SÁNCHEZ
@ Envíe esta noticia a un amigo
málaga. Ordenadores portátiles comparten el espacio de las mesas con un buen número de planos. El interior de la Escuela de Arquitectura de Málaga, situada en uno de los antiguos pabellones de Renfe, es un bullir de discusiones en torno a un único asunto: el Metro. El proyecto del suburbano salta las fronteras de la urbe para llevar su debate a tierras granadinas y romanas, hasta el punto de que una veintena de alumnos de Arquitectura de sendas universidades analizan estos días posibles soluciones a los intercambiadores de transporte que la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía propone localizar en las cabeceras de los tres ramales del ferrocarril urbano en Málaga.
La iniciativa concluirá con la elaboración de un documento al que se incorporarán los diseños elaborados por los propios alumnos. Se han creado seis equipos, cada uno de los cuales tendrá un tutor, explica el arquitecto y profesor de la Facultad granadina Rafael Reinoso, quien precisa que cada uno de ellos elaborará dos propuestas. A pesar de que no existen parámetros concretos sobre los que determinar las propuestas, el profesor de la Escuela de Arquitectura de Málaga Juan Antonio Marín subrayó la necesidad de que estas actuaciones estén dotadas de espacios para la llegada de autobuses, que posibiliten el enlace con el Metro, y aparcamientos de vehículos privados. Pero éste no será el elemento central.
Marín destaca que partiendo de estas premisas, los alumnos están analizando ideas para que los intercambiadores sean polos de atracción. No se trata de diseñar un centro comercial, sino de implantar equipamientos que den servicio al gran número de personas que pasarán por ellos, dijo.
En esta línea, Reinoso comentó la posibilidad, incluso, de compatibilizar la instalación de los intercambiadores con el diseño de parques metropolitanos. No existen este tipo de espacios en la ciudad y no estaría mal plantearlos en zonas como la desembocadura del río Guadalhorce, situada muy cerca del Palacio de los Deportes José María Martín Carpena –final de la línea 2 del suburbano–; en la Universidad, donde el proyecto de ampliación es bastante torpe, o al final de la línea 3, que llega hasta Rincón de la Victoria.
Elena, una de los veinte estudiantes de la mesa de trabajo, se muestra ilusionada con la tarea encomendada. Ya el año pasado participó en una iniciativa similar en el norte de Marruecos, dedicada a analizar el turismo. De momento sólo hemos visto el lugar donde se localizará el intercambiador de la línea 3, apuntó.
La intención es poder hacer más interesante esos lugares, como ejes urbanos en torno al Metro; investigar la manera de hacer esos intercambios modales y ver qué otros usos meter para asegurarse que se haga ciudad, que el tejido urbano se mantenga, manifestó Fabio, uno de los profesores procedente de la Universidad de Roma que participa en la mesa. La iniciativa cuenta con el patrocinio del Metro, que a cambio de estas ideas financiarán parte de los viajes de los alumnos granadinos hasta Roma.