El Vaticano llama a Lorente para abordar la lucha contra la trata de personas
El catedrático de medicina forense de la UGR acudirá a Roma para participar en unas jornadas de trabajo
E. P. MADRID | ACTUALIZADO 12.10.2013 – 01:00
ante esta sesión de trabajo, aportará al Vaticano sus conocimientos y su experiencia como director del programa DNA-Prokids, desarrollado por la Universidad de Granada, por medio del cual han conseguido reunir con sus familias a más de 620 niños desaparecidos y a través del que han tomado más de 9.200 muestras a niños y familiares.
Según ha explicado, el programa consiste en facilitar a diferentes países del mundo donde hay niños desaparecidos a causa del tráfico de menores, la metodología e instrumental para hacer la prueba del ADN a aquellos niños sin identificar que están en albergues u orfanatos y que, por ser de corta edad, no pueden dar explicaciones.
A continuación, el país en cuestión introduce los resultados de ADN en una base de datos nacional para después compararlos con otra base de datos a nivel internacional de madres, padres, abuelos u otros familiares que han denunciado la desaparición de un menor. De esta forma, los datos se cruzan y se puede reunir, por ejemplo, a un niño de Guatemala con su familia de El Salvador.
DNA-Prokids trabaja en 16 países, entre los que se encuentran México, Guatemala, El Salvador, Perú, Brasil, Paraguay, Filipinas, Nepal, Tailandia, Indonesia y Sri Lanka. Además, con el fin de automatizar las comparaciones entre bases de datos a nivel internacional, ya están en contacto con el Gobierno de España para que el país se convierta en el centro de referencia y coordinación en la lucha contra el tráfico de menores utilizando este tipo de tecnologías.
Lorente ha explicado que, desde el Vaticano quieren saber cómo se está desarrollando este programa y supone que, en una segunda fase, querrán apoyar en todo lo que puedan. Además, considera que llegar a muchas regiones remotas y recónditas es difícil y que la existencia de misioneros les va a facilitar la transmisión de información en esos lugares donde no conocen la existencia de instrumentos científicos como este para identificar a niños. El catedrático español asegura que la «emoción más fuerte» que vivió fue cuando el canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales, monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, se interesó por conocerle durante una visita a España.