la madraza
El rector admite que la postura de Bellas Artes paralizará la reforma
David Aguilar recurre a la Dirección General de Universidades para buscar una salida al conflicto y la Academia de Bellas Artes pide colaboración
miguel rodríguez
intervención. La Universidad no podrá acometer la tercera fase de las obras hasta que el edificio esté vacío.
ANA GONZÁLEZ / M. TRILLO
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granada. La Universidad de Granada ha pedido ayuda a la Dirección General de Universidades para resolver el conflicto con la Academia de Bellas Artes y evitar que la negativa de la institución a abandonar el Palacio de la Madraza afecte al proyecto de rehabilitación y paralice las obras.
El rector, David Aguilar, admitió ayer a este diario que las condiciones expuestas por la Academia para dejar su actual sede –exigen un edificio digno y con valor histórico para efectuar el traslado– han colocado a la Universidad en una situación muy complicada y admitió que, en estos momentos, la postura de Bellas Artes no sólo está afectando al desarrollo del proyecto, sino que puede impedir que se acometa la tercera fase de las obras –prevista para 2006–, ya que es necesario que el inmueble esté completamente vacío.
En este sentido, Aguilar reconoció que la situación es preocupante porque lo que está en peligro es el propio proyecto de rehabilitación, una ambiciosa iniciativa que se emprendió en 2003 y que pretende recuperar para los ciudadanos este valioso edificio, catalogado como Bien de Interés Cultural.
No sé qué solución puede tener esta situación. La segunda fase de la rehabilitación está sufriendo demoras, incluso puede llegar a paralizarse, y no se podrá ejecutar la tercera fase del proyecto si la Academia no abandona el edificio, insistió el rector.
La discrepancia de posturas y las dificultades para encontrar una salida –hace ya un año que comenzaron las conversaciones– han llevado a la Universidad a solicitar ayuda al máximo organismo académico: Nosotros no tenemos una alternativa física para ofrecerles porque la Universidad es la primera que tiene déficits en sus espacios, explicó el rector sobre la imposibilidad de ofrecer un espacio con el valor histórico y las características que reclama la Academia.
No obstante, lo que sí garantiza la Universidad es el apoyo económico. Podemos ayudarles sufragando el alquiler de un local o los costes del traslado pero no tenemos un edificio histórico para ofrecerles, argumentó el rector al recalcar que la solución deberá aportarla la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta (de quien depende la institución) o la Dirección General de Universidades.
El vicedirector de la Academia de Bellas Artes, Antonio Almagro, aseguró ayer que la intención de la institución es colaborar en todo lo posible con la Universidad y, por supuesto, no interferir en un proyecto de rehabilitación tan importante como el que se está acometiendo en La Madraza. Así, Almagro explicó que el problema de la Academia no es otro que su situación económica, una falta de recursos que le impide afrontar un traslado de tal envergadura y asumir los gastos que supondría el mantenimiento de una sede provisional mientras se desarrollan las diferentes fases de reforma.
Sobre las condiciones expuestas por Bellas Artes para abandonar el edificio, el académico explicó que el objetivo es contar con un edificio que les permita continuar su programa de actividades y albergar todo su patrimonio –obras de arte, biblioteca, documentos…–. Respecto a las opciones que se barajan en estos momentos, Antonio Almagro afirmó que, realmente, nadie ha ofrecido hasta ahora un edificio determinado que se pueda aceptar o rechazar.
Según dijo, la Academia convocó una reunión a comienzos de año para abordar este tema e invitó a las instituciones que podrían aportar alguna solución: la Universidad, el Ayuntamiento, la Junta y la Diputación. Sin embargo, en aquel encuentro no se ofreció ninguna opción concreta y se decidió convocar una segunda reunión pidiendo la participación de representantes de las diferentes administraciones con capacidad de decisión.
Esta segunda reunión, según el académico, no se ha llegado a celebrar porque las instituciones no han respondido a la convocatoria de Bellas Artes. Tanto es así que es el propio director de la Academia, José García Román, quien desde entonces está intentado buscar una salida con los distintos representantes institucionales.