Los comerciantes se reunirán con el Ayuntamiento y le presentarán el nuevo documento que se ha realizado tras la negativa del TSJA · La financiación del plan, principal escollo
Los comerciantes ya han subsanado los problemas del primer proyecto de videovigilancia presentado.
Aunque lleva aparcado bastante tiempo, el proyecto de la instalación de cámaras de seguridad en las zonas comerciales del centro no ha muerto. Sus principales propulsores, los miembros del Centro Comercial Abierto -que representan a la gran mayoría de los vendedores de la zona- pretenden reactivarlo en septiembre. Será en un mes, cuando vuelvan a llamar a las puertas del Ayuntamiento y se reúnan con la concejal de Comercio, Marifrán Carazo, para abordar un plan que siguen considerando prioritario para sus asociados y que el Consistorio siempre vio con buenos ojos.
La cuestión es que desde que los comerciantes lanzaron la idea y se pusieron manos a las obra, el camino ha estado lleno de obstáculos. Primero, el plan no logró la unanimidad en el pleno municipal, algo negativo ya que el consenso es una pieza clave en todos los proyectos que tienen que ver con los derechos fundamentales de los ciudadanos y, posteriormente, la Comisión de Garantías de la Videovigilancia del TSJA lo rechazó al no adaptarse como debería al derecho a la intimidad ni «a los valores de carácter histórico y monumental» de la ciudad.
Desde entonces, los asociación de comerciantes ha estado trabajando en el documento. Técnicos especialistas de varias instituciones, entre ellas de la Universidad de Granada, han subsanado todas las deficiencias tanto a nivel jurídico como propiamente técnico y el resultado ha sido un proyecto remodelado con el que inician una nueva andadura.
El principal escollo antes de que pase de nuevo los filtros institucionales es el económico. La mejora del plan ha supuesto que se aumente el número de cámaras (pasando de las 16 originales a unas 25) y que crezca el presupuesto que en un principio estaba cifrado en unos 150.000 euros y que ahora supera holgadamente los 200.000.
La cuantía que los comerciantes tenían reservada para el proyecto y que procedía de una subvención de los Fondos Urban se utilizó para otras necesidades comerciales por lo que, en estos momentos, buscan alternativas para financiar el plan a través de ayudas de la Junta de Andalucía tanto de Comercio como de Innovación.
En cualquier caso, el responsable de la asociación Christian Carbajosa, confía en contar con el respaldo necesario y poder instalar las cámaras, «básicamente, porque son necesarias y los niveles de robos e inseguridad, aunque a veces bajen, siguen preocupando mucho a los trabajadores de la zona».
Además, los comerciantes consideran que es ahora cuando se debe demostrar el respaldo de las instituciones y ayudarles en estos momentos en los que no sólo la crisis sino la amenaza de la llegada de grandes centros comerciales ya es una realidad.