La Fiscalía General de Bolivia ha utilizado el protocolo de análisis genético de la UGR, liderado por José Antonio Lorente, ante la sospecha de tráfico de seres humanos
Trece menores haitianos han sido devueltos con sus familias tras su identificación genética gracias al programa DNA-Prokids, creado por la Universidad de Granada y utilizado por la Fiscalía General boliviana después de que un grupo de 25 niños fueran trasladados a este país tras el terremoto del pasado mes de enero acompañados por personas que no pudieron acreditar relación de parentesco. Las sospechas policiales evitaron su tránsito a Brasil o a Argentina.
En enero, tras el terremoto, llegaron a Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), vía Lima, un grupo de más de setenta personas procedentes de Haití. Problemas de visado impidieron que pudieran seguir el viaje a Brasil o a Argentina. Las sospechas de la policía boliviana condujeron a una investigación a fondo que pudo comprobar que 25 de los menores que integraban el grupo no iban acompañados de familiares. En febrero, algunos de los niños empezaron a ser reclamados por sus familiares desde Haití.
Fue entonces cuando la Fiscalía General del Estado de Bolivia requirió la colaboración del Laboratorio de Genética Forense del Instituto de Investigaciones Forenses boliviano, que aplicó el protocolo de actuación de DNA-Prokids. El resultado de la investigación genética no deja lugar a dudas. Los ocho familiares (siete madres y un padre) que reclamaban a 13 de los menores los han podido recuperar gracias a la identificación por ADN. Dos madres reclamaban a dos niños cada una, una madre reclamaba a tres niños, cuatro madres reclamaban a un solo hijo cada una y un padre reclamaba a dos niños).
Aún no han podido identificarse 12 de los niños, por lo que permanecerán en Bolivia hasta que se produzca su identificación o sean entregados al gobierno haitiano. La investigación policial y judicial para esclarecer los hechos sigue desarrollándose en Bolivia.
Ante casos como este, que apuntan a la sospecha de tráfico de seres humanos (se intentó dar en adopción a niños con familias) la Universidad de Granada, y en concreto el genetista José Antonio Lorente propuso la creación del programa DNA-Prokids en 2004. En 2010 el programa se ha extendido ya a 15 países del mundo y son ya cerca de 250 las identificaciones positivas, que han contribuido a reunificaciones familiares gracias al uso de un instrumento extremadamente eficaz contra el tráfico de menores: el análisis de ADN.
Actualmente, la Universidad de Granada y la Universidad del Norte de Texas colaboran estrechamente en el proyecto gracias a donaciones privadas de EEUU y de España y del apoyo del Gobierno de España y autoridades de diversos países.