nvestigación interna en la universidad
El plano de obras de marzo ya no reservaba espacio para la rotativa
Las razones que podrían explicar que alguien equivocadamente decida la destrucción de la pieza en lugar del traslado apuntan al desconocimiento de su enorme valor y a la complejidad y elevado coste de su retirada
francisco josé muñoz-fernández
imágenes inéditas. Las únicas fotografías que se conservan de la rotativa antes de ser destruida fueron tomadas por alumnos de Biblioteconomía.
MAGDA TRILLO
@ Envíe esta noticia a un amigo
granada. Durante al menos cinco meses, el destino de la rotativa del periódico Patria que ha terminado en la chatarra pudo haber sido el traslado y no la destrucción. Ya en marzo de este año, en los planos de las obras supervisados por el Vicerrectorado de Patrimonio e Infraestructuras para remodelar y ampliar las instalaciones en la Facultad de Biblioteconomía no aparecía ningún espacio reservado para la máquina.
Tal ausencia es una muestra de que los encargados del proyecto de obras tenían previsto o bien buscar otra ubicación para la pieza –una reliquia de patrimonio industrial de comienzos del siglo pasado– o bien desprenderse de ella como finalmente ha sucedido. Quién decide que al final vaya al desguace la máquina que durante veinte años había permanecido en el Colegio Máximo de Cartuja es lo que en estos momentos intenta esclarecer la Universidad de Granada con la apertura de una investigación interna. El propio rector, David Aguilar, calificó la semana pasada de terrible suceso lo ocurrido con la imprenta, una joya tecnológica que era propiedad del Museo Nacional de la Ciencia y la Tecnología.
Tanto al decana de Biblioteconomía, Josefina Vílchez, como todo su equipo sostienen que la Facultad siempre creyó que la rotativa iba a ser trasladada, puesto que así se deducía de los propios planos desde hacía meses, y que nunca pensaron que pudiera ir a la chatarra al ser conocido por todos su valor. Sobre este punto, el equipo decanal recuerda la visita que realizó el profesor Jiménez Yaguas a la Facutad de Biblioteconomía a comienzos de año, así como conversaciones concretas sobre el tema en las que estaban presentes responsable del Vicerrectorado de Patrimonio e Infraestructuras de la Universidad.
Sin embargo, las obras comenzaron a finales de agosto cuando apenas había personal en la Facultad –la propia decana estaba entonces de vacacaciones– y a comienzos de septiembre parece que ya hay constancia de la terrible equivocación. Alguien, erróneamente y tal vez desconociendo su valor, ordenó la eliminación de una imprenta que había estado funcionando en la ciudad hasta 1983. En este punto, las hipótesis que podrían explicar el destino último de la máquina apuntan, por un lado al desconocimiento de su valor, y, en segundo lugar, a la complejidad y elevado precio del traslado. No obstante, imposible no era: la rotativa, construida en Alemania, fue ya trasladada en su día desde San Sebastián hasta Granada y, tras el cierre del diario, se pudo llevar al edificio de Cartuja.
Descargar