josé maría salinas. investigador sobre un método de diagnóstico para la adicción a los juegos
El jugador patológico inteligente es un mito
A.G.
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granada. José María Salinas es profesor del departamento de Psicología de la Universidad de Granada y junto otros cinco investigadores, ha desarrollado un método innovador de diagnóstico para determinar la adicción a los juegos de azar, en el que llevan trabajando desde 1999.
–¿Por qué se decantó por la ludopatía a la hora de hacer un estudio?
–Porque existía una demanda social y aparte tuvimos una demanda de la Federación Andaluza de Jugadores de Azar en Rehabilitación, que quería crear un instrumento de diagnóstico del juego porque no estaban satisfechos con los que existían en aquel momento. Así que consiguieron una cierta financiación de la Consejería de Asuntos Sociales y nos propusieron que hiciéramos un contrato de investigación en el cual ellos aportaban esta financiación y nosotros construíamos ese instrumento de diagnóstico.
–¿En qué se basó para elaborar las preguntas del cuestionario sobre el que parte la investigación?
–Desgraciadamente, en el estado actual de conocimiento que se tiene sobre la adicción al juego hay que basarse en autoinformes que hacen los sujetos. Después de revisar la literatura que había sobre la materia, realmente el único elemento en el que hay un consenso internacional y está seriamente establecido es el criterio de diagnóstico que da el manual estadístico de diagnóstico de los trastornos. Entonces nuestro punto de arranque fue el juego patológico tal como aparece en el manual.
–¿Qué técnica innovadora ofrece este sistema con respecto a otros ya elaborados?
–Tiene dos aspectos novedosos. El primero es que nuestro cuestionario estaba adaptado al criterio actual del pronóstico del juego patológico del manual y el segundo, fue transformar lo que se expone en esos diez criterios y transformarlo en preguntas que hacen referencia a conductas concretas que puede experimentar el sujeto.
–¿En qué consistió el proceso de elaboración del cuestionario?
–Se hizo un abanico bastante amplio de preguntas que cumplieran estos requisitos, entonces se aplicaron a personas de la población general. Una vez hechas se analizó qué preguntas eran las que diferenciaban o las que mejor discriminaban entre jugadores patológicos y población general y con ese resultado se redactó la versión final, que contiene cincuenta preguntas.
–¿Qué tenían en común las contestaciones de esas preguntas entre los jugadores patológicos?
–Pues casi todos ponían en común el engaño a la familia, la ocultación, la pérdida de relaciones personales… por otro lado, yo creo que hay un rasgo importante en el jugador patológico que es el de ser normal.
–¿Esa normalidad es lo que distingue la ludopatía de otras enfermedades de tipo psíquico?
–Efectivamente. Uno de los aspectos de un jugador patológico es que es una persona normal. Existe mucha literatura que habla sobre la inteligencia de los jugadores patológicos pero esto es un mito. Lo que ocurre es que a través de su adicción no sufre ningún deterioro mental ni físico y además desarrolla un conjunto de habilidades sociales en la manipulación y el engaño a su alrededor.