El cerebro es como un papel arrugado con cientos de pliegues y surcos. Si se extendiera, mediría nada menos que un metro cuadrado. El Parque de las Ciencias celebra en Granada la Semana Internacional del Cerebro, un órgano que sigue guardando secretos como esa medida inesperada, una de las curiosidades que más llama la atención a los pequeños. Ayer se presentaron una serie de talleres que abordan en el museo, de una manera activa, las funciones básicas de este órgano aún desconocido pero que influye en el pensamiento, la percepción o el control del movimiento. El objetivo es «difundir el funcionamiento del sistema nervioso: cómo vivimos, sentimos, nos movemos y expresamos», subraya Francisco Vives, director del Instituto de Neurociencias Federico Olóriz de la Universidad de Granada. «Cada año se sabe un poco más de esta caja negra».
De pie junto a la monitora Paula, estudiante de 3º de Medicina, una niña descubre su espalda para comprobar un pequeño experimento sobre el papel del cerebro en la sensación de dolor. Está rodeada de un grupo de alumnos del colegio Colón (de entre diez y doce años). Paula presiona levemente sobre la parte derecha de su espalda con un compás abierto pero la niña sólo siente un pinchazo. ¿Por qué? «La razón es muy sencilla», les explica Paula, «resulta que esta zona del cuerpo sólo está controlada por una neurona». No ocurre lo mismo en las manos, donde decenas de neuronas se reparten por los dedos. De hecho, manos y labios poseen los mayores campos receptivos de todo el cuerpo.
Explora tu cerebro propone una ruta al interior del cerebro a lo largo de cuatro talleres que analizan la Anatomía y disección del cerebro, Explora tus reflejos, Los sentidos de la piel y ¿Cómo trabaja el Músculo? Todos los visitantes pueden participar guiados por estudiantes de Medicina de 2º y 3º. Dos de ellos son Carlos y Rosario, que comienzan con la mesa dedicada a la anatomía. Tienen frente a ellos varios cerebros: uno de rata metido en formol-muy plano en comparación con los demás-, uno de cerdo y otro de cordero. Este último está sobre una tabla para ser diseccionado y poder explicar cómo se diferencian sus partes. Al ‘abrirlo’, un tejido blanquecino se abre paso entre el resto rosado: «Es el cuerpo calloso», explica una monitora que une a los hemisferios cerebrales. El cerebelo es visiblemente más oscuro que el resto. «Aquí los visitantes pueden aprender a diferenciar las distintas partes del cerebro y cómo se diferencian los animales de los humanos… también en qué se parecen». Quien sale de allí con la lección aprendida relata que el lóbulo frontal se ocupa de los pensamientos; el temporal, de la audición; el occipital, de la visión; y la parte central, del movimiento… además de otras muchas funciones.
En imágenes, resulta sorprendente la comparación entre un cerebro sano y otro con alzheimer. Explica Vives, frente a varias radiografías, cómo el cerebro enfermo está rodeado de una masa acuosa. «El conocimiento de nuestro sistema nervioso es impactante por el incremento de la población mayor. Vamos perdiendo capacidad en el cerebro pero, sin embargo, se recupera con la experiencia».
Una segunda mesa aborda los actos reflejos: el reflejo pupilar a la luz y el reflejo rotulario (rodilla). Si alguien quiere descubrir la importancia del talón de Aquiles, éste es su momento. Al golpear sobre el tendón del mismo nombre, el pie se mueve en un acto reflejo parecido al que se produce en la pierna al golpear la rodilla.
En el taller sobre los músculos, los visitantes comprueban, guiados por Emilas y Alejandro, cómo se produce el cansancio del músculo -a través de unas curvas en una pantalla- o cómo se contraen al recibir un impulso electrónico.
Paula, Mª Ángeles y Laura están al frente de la mesa dedicada a los sentidos, la que más interés despierta porque es aquí donde más misterios se descubren. Con varios pesos de muy pequeña diferencia, los niños se enfrentan al reto de descubrir cuáles pesan más y cuáles menos. Pero el cerebro engaña. También acuden sin miedo alguno a que una de las monitoras haga la prueba en su espalda con un compás de cuántos pinchazos cuenta su cerebro…
Mañana jueves la Sala Gutenberg del Parque ofrecerá una interesante conferencia (a las 19.30 horas) sobre Las consecuencias de una sociedad privada de sueño, a cargo de Pedro Cardinall, Doctor Honoris Causa en Medicina por las universidades Complutense de Madrid y la de Salamanca.
La Semana Mundial del Cerebro se celebra conjuntamente en más de sesenta países. Se trata de una campaña impulsada por la Alianza Dana que se lleva a cabo en Europa, Estados Unidos y otras naciones y en la que participan organizaciones médicas, asociaciones de pacientes con enfermedades neurológicas, hospitales y universidades para concienciar a la sociedad de que las investigaciones actuales están haciendo lo posible por un mayor conocimiento de uno de los órganos menos conocidos del ser humano y para ofrecer posibilidades de cura en enfermedades hasta ahora incurables.