Durante el pasado verano, dos de cada diez titulados por la Universidad de Granada en el curso 2009/2010 reconocían no haber tenido nunca una oportunidad en el mercado laboral. Además, cuatro de cada diez egresados -licenciados y diplomados universitarios- se encontraban en situación de desempleo el pasado verano, durante el periodo en el que se realizó el Estudio de Egresados 2010 de la UGR La inserción laboral en el Campus de Excelencia Internacional BioTic. A pesar de que la crisis ha supuesto un duro lastre a la hora de abrirse camino en el terreno laboral, hay motivos para un tímido «optimismo», según señaló en la presentación, ayer, de los resultados del informe el coordinador del mismo, Teodoro Luque. En el estudio anterior -referido a titulados en el año 2009- se tocó fondo, con un 44,8% de egresados parados en el momento en el que se realizaron las encuestas. Ese mismo documento recogía que un 18% nunca había trabajado tras su graduación. Estos porcentajes están a años luz de los resultados recogidos en los primeros años del informe. En la primera edición del estudio, referida a aquellos que habían finalizado su formación universitaria en 2004, el 20,6% de los egresados estaba en paro en el momento de ser encuestado, y el porcentaje de antiguos alumnos que nunca había trabajado era del 10,5%, la mitad que ahora.
El panorama en la última década ha cambiado sustancialmente para los titulados universitarios. Según los datos presentados ayer, son más los que piensan en las salidas profesionales a la hora de elegir qué estudios cursar -en detrimento de la vocación-, la valoración de la oferta de trabajo en prácticas y la preparación para la inserción laboral ha empeorado progresivamente y se opta por el autoempleo o por salir al extranjero. Los envites de la crisis se han dejado sentir especialmente en las titulaciones de Humanidades y Ciencias Sociales y Jurídicas, mientras que «no se han resentido tanto», según explicó Luque, las áreas de Ciencias de la Salud, Enseñanzas Técnicas y Ciencias Experimentales.
El estudio ha recogido las respuestas de más de 8.000 antiguos alumnos de la Universidad de Granada, lo que supone un 43,35% del total de egresados en el año 2010. La mayoría reconoce que eligió sus estudios por vocación (57%), mientras que desciende al mínimo el porcentaje de los que aseguran que no tuvieron la posibilidad de elegir otra carrera (5,8%). Sin embargo, hay un cambio de tendencia. Aumenta el número de personas que reconocen que las salidas profesionales fueron el principal motivo para acceder a una determinada titulación, motivo que es el que más aparece entre los encuestados procedentes de titulaciones técnicas. «Va en aumento desde que comenzó la crisis», añadió Luque, que indicó que, sin embargo, la destrucción de empleo en los últimos años se ha cebado sobre todo en aquellos trabajadores con menor cualificación y defendió la cualificación como una de las soluciones, precisamente, a la crisis. El coordinador del informe parafraseó al publicista Joaquín Lorente, «La Universidad es un rompehielos y los osos hay que salir a cazarlos», en referencia a que «hay que salir» para buscar salidas a la actual situación. También reconoció que datos como los expuestos ayer deben llevar a una «reflexión» sobre qué hacer. En este mismo sentido, el rector de la UGR, Francisco González Lodeiro, destacó que la de Granada es de las pocas universidades que se ha esforzado en hacer un seguimiento de la trayectoria de sus egresados, y recordó que Granada acogerá la sede del observatorio de empleabilidad y empleo universitario impulsado por la Conferencia de Rectores (CRUE), la Cátedra Unesco y la Obra Social La Caixa.
