Diego Colón, nuevas piezas para esclarecer el enigma del Almirante
La identificación de los restos sepultados en la Cartuja de Sevilla como los del hermano del célebre navegante aporta una prueba fiable para los análisis genéticos que se realizan a Colón
esther falcón
investigador.El antropólogo Miguel Botella cuida de los restos.
La exposición de loza de La Cartuja viaja a Granada
I. GARCÍA / A. ALMARCEGUI
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granada/sevilla. Una de las premisas necesarias para desvelar el misterio que envuelve la figura de Cristóbal Colón ha quedado finalmente resuelta. El equipo científico de la Universidad de Granada que investiga las huellas del Almirante ha confirmado la autenticidad de los restos de su hermano Diego sepultados en Sevilla, lo que supone un paso básico para identificar a Cristóbal, explica Miguel Botella, responsable del análisis antropológico.
Asegurar la identidad de su hermano permitirá a los investigadores disponer de un valioso material con el que comparar los restos de Colón, muy deteriorados y escasos, reconoce el científico. Éste es el caso de las pruebas de ADN mitocondrial, el material genético que se hereda de la madre. Los análisis genéticos se complementan con los del hijo del navegante a través del estudio del Cromosoma Y, que transmite el padre. Se completará así un triángulo de comparaciones que espera poder determinar dónde se hallan los restos de Colón antes del 20 de mayo del año próximo, fecha en la que se cumplirá el V centenario de su muerte (1506).
Las pruebas de identificación antropológica practicadas por el profesor Botella son importantes para los análisis genéticos, que serán los que confirmen en última instancia el origen del Almirante y la situación de sus restos. Según estas pruebas, los restos analizados pertenecen al esqueleto incompleto de un solo hombre, de unos sesenta años y con una serie de enfermedades como osteoporosis y una artritis importante en la mano derecha que provocó su anquilosamiento.
Esto coincide con los escasos datos que se tienen del hermano del Almirante, como el que cuenta que no le pudo acompañar en su último viaje al continente americano por su precario estado de salud.
Además, la confirmación de que se trata de un solo cuerpo rebate las teorías de Charles Goff, quien postulaba que los restos de Diego habrían sido divididos y trasladados por error hasta Santo Domingo. Interpretaciones de sus estudios llegaban incluso a asegurar que los restos de la Cartuja pertenecían al propio Almirante.
Sin embargo, el cuerpo de Diego Colón es el menos viajero de esta intrépida familia. Al fallecer en 1512 sus restos fueron inhumados en el Monasterio de Santa María de las Cuevas, en la Cartuja de Sevilla, en una cripta reservada como mausoleo de la familia. Botella recuerda que fue allí donde continuaron hasta la desamortización de los bienes eclesiásticos del siglo XIX, cuando el inglés Pickman compró el monasterio junto con su fábrica de cerámica. Unas reformas realizadas en los años cincuenta del pasado siglo descubrieron la cripta y los restos humanos. En esta época la Academia de Historia dictaminó que eran de Diego Colón, aunque su cráneo se perdió en un viaje a Madrid para su estudio.
Su esqueleto fue exhumado de nuevo para la investigación sobre el paradero de los restos del Almirante que coordina el director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente. Para ello, el equipo científico contó con la colaboración de los responsables del Museo La Cartuja-Pickman, que llega hoy a Granada para recoger los restos que finalmente volverán al museo. Gracias a las técnicas digitales utilizadas en el Laboratorio de Antropología de Miguel Botella se conservan copias digitalizadas muy precisas de sus restos que podrán utilizarse en posteriores comparaciones.
Según Lorente, los siguientes pasos en la investigación serán aumentar la certeza de que los restos enterrados en la catedral de Sevilla pertenecen efectivamente a Cristóbal Colón –como ya apuntó el equipo de investigadores en octubre del año pasado–; esperar el visto bueno de las autoridades dominicanas para el análisis de los restos presentes en el mausoleo de Santo Domingo, y analizar el Cromosoma Y para determinar su origen.
Para el responsable del Museo Pickman de la fábrica de cerámica de La Cartuja, Carlos Bayarri, el resultado de las pruebas científicas realizadas a los huesos de Diego Colón no ha sido ninguna sorpresa. Para nosotros era algo muy claro, los restos de Diego Colón nunca se han movido de aquí.
Tras un acto protocolario que se celebrará hoy en la Universidad de Granada, los restos de Diego Colón regresarán definitivamente a la fábrica de loza de La Cartuja. En el futuro, el esqueleto del hermano menor del Almirante se conservará en el museo de loza, pero no está previsto que se expongan directamente al público.