Unos cuatro mil estudiantes granadinos estrenarán la semana que viene la nueva Selectividad ‘a la carta’ que ha diseñado el Ministerio de Educación para adecuar el acceso a los estudios universitarios españoles al Espacio Europeo de Educación Superior, cuya entrada en vigor se completa el próximo curso. Más flexible, ya que se reduce el número de pruebas obligatorias a cuatro (antes seis) y más libres, sólo tres son comunes, son algunas de las claves del último modelo que no está exento de complejidad.
«El objetivo es simplificar la selectividad para los alumnos que sólo necesitan un aprobado y dar más oportunidades a los que optan a carreras muy demandadas», explica el coordinador de las Relaciones con los Centros de la Universidad de Granada, Ceferino Ruiz Garrido. Para ello, se han establecido cuatro exámenes obligatorios, con tres materias comunes y una de modalidad; y cuatro opcionales, de los que sólo contabilizarán las dos notas más altas. «Los que buscan un 5 de nota media tendrán suficiente con las cuatro pruebas obligatorias, pero los que necesiten más de un 6 deberán presentarse a la fase específica para conseguir nota», apunta Ruiz Garrido. «La mayoría optará por hacer seis pruebas, como se ha hecho siempre», añade.
En los exámenes optativos se introduce una importante novedad: una ponderación más alta en función de la carrera que se vaya a realizar. Es decir, cada distrito único universitario ha otorgado hasta un punto más a las materias que considere claves para cada carrera. Así que la nota máxima que se puede obtener en la Selectividad ya no es un 10 sino un 14.
Para enfrentarse a las pruebas de acceso este año los alumnos han tenido que hacer una planificación previa de su Selectividad según sus intereses personales.
Los centros de Secundaria han ampliado las sesiones informativas tradicionales al alumnado de segundo de Bachillerato y de Formación Profesional (ya no tienen un cupo especial) a sus familias, para orientarlos con el proceso.
«Es muy difícil que a estas alturas haya algún alumno que aspira a la Selectividad desorientado. Conocen muy bien el coeficiente que se exige en las carreras que desean cursar y han diseñado detalladamente sus pruebas», informa la directora del instituto Fray Luis de Granada, María Jesús Cortizo, que representa además a la Delegación Provincial de Educación en la comisión universitaria de Selectividad.
Pero es inevitable que esta generación experimente cierto desasosiego, pues van a hacer de conejillos de indias en los dos procesos más decisivos de su formación: la Selectividad y la Universidad (Plan Bolonia).
Ayer se cerró el plazo para matricularse de las pruebas de acceso (hoy finaliza el del pago), lo que significa que en los próximos días el Distrito Único Universitario, gestionado por la Junta, dará a conocer el número exacto de aspirantes en cada provincia. El año pasado, un total de 3.654 alumnos granadinos se presentaron a las pruebas de junio, que finalmente aprobaron un 93,98% (3.434 estudiantes), y sólo un 17% eligió carreras con notas realmente competitivas.
«Antes era fácil aprobar la Selectividad (sólo un 6% suspendió en 2009), pero ahora será más significativo si no consiguen superarla», dice Ceferino Ruiz. Hoy se reúne por primera vez la comisión universitaria (integrada por tres miembros de la UGR y tres de Secundaria) para cerrar los detalles del proceso que se avecina complejo para su coordinación.
Para los alumnos que quieran cambiar de carrera, como su nota es de 0 a 10 y no pueden competir con los que optan a un 14, podrán (sólo este año) elegir qué asignaturas cuentan de su selectividad.
Y en dos años se añadirá un elemento más: la prueba oral de idiomas, que será obligatoria para todos, pero que todavía queda por determinar cómo se gestionará con el examen escrito.