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Cae un 14% el alumnado de Bachillerato mientras se multiplica el de la FP

– Cae un 14% el alumnado de Bachillerato mientras se multiplica el de la FP.

En los últimos ocho años los aumentos más acusados se han dado en los ciclos formativos · También crece el número de niños matriculados en Educación Infantil: un 17 por ciento.

Para tomar el pulso al sistema educativo, uno de los puntos clave donde hay que centrar la mirada es en ver qué hacen los estudiantes una vez que terminan el periodo obligatorio. En este sentido, la tendencia a la baja que registra el alumnado de Bachillerato, en principio, no apunta nada bueno (aunque no se puede olvidar que también depende de las variaciones en la población de esta franja de edad). En los últimos ocho cursos el número de alumnos matriculados en Bachillerato se ha recortado en Granada un 14 por ciento, según el estudio El sistema educativo andaluz y su impacto social: un estudio longitudinal, publicado por el Centro de Estudios Andaluces de la Junta.

La clave para luchar contra las desigualdades está en el paso de Secundaria a Bachillerato, que es donde se produce el cuello de botella, explica Antonio Trinidad, profesor de Sociología de la Universidad de Granada que ha realizado este estudio junto con Francisco Javier Cantón. Es el gran reto que le queda a Andalucía. Estamos por debajo de la media europea del porcentaje de jóvenes de 16 a 18 años escolarizados, prosigue Trinidad. Se ha actuado más hasta ahora en la parte obligatoria, pero la clave está ahí. Las políticas educativas deben ir en ese sentido.

No obstante, cabe puntualizar que aunque se reduzcan el número de jóvenes que se encamina a estas edades hacia los estudios superiores, eso no significa que empiecen ya a trabajar, puesto que lo que sí salta a la vista es un incremento en el alumnado de los ciclos formativos, que en Granada ha sido, durante los cursos analizados, de un 85 por ciento en el caso de los ciclos de Grado Medio. En los de grado superior, se ha llegado prácticamente a multiplicar por tres el número de estudiantes, con un incremento del 197 por ciento. También ha crecido, por otro lado, el alumnado de Educación Infantil, que ha aumentado un 17 por ciento.

En cuanto a la titularidad de los centros, el estudio refleja que Granada es la provincia donde es mayor la proporción de alumnos que están matriculados en privados, aunque aun así no superan el 30 por ciento. En la media andaluza, la proporción es de un 76 por ciento de los alumnos en centros públicos y un 24 por ciento en los privados. Estos porcentajes aproximadamente se repiten en los distintos niveles educativos, con la excepción de la Educación Especial, donde los estudiantes muestran una clara tendencia a preferir los centros privados: en Granada, sólo el 32 por ciento asiste a colegios públicos.

Respecto al número de centros de la provincia en los distintos niveles educativos, el estudio refleja, en general, algunos descensos que vienen asociados, sin embargo, a un aumento en el número de unidades educativas, es decir, de clases, lo que Trinidad explica que se debe a la reducción de la ratio de profesor por alumnos. Este es el caso de los centros de Educación Infantil, que redujeron su número, pero aumentaron el total de unidades educativas.

El gran logro educativo del siglo XX ha sido eliminar el analfabetismo y aumentar las tasas de escolarización, recuerda el profesor, quien explica que su estudio se proponía, por una parte, ver qué evolución había experimentado el sistema educativo andaluz desde la democracia, qué avances se habían producido y, con la vista puesta en el futuro, qué pasos se debían dar para cumplir con los objetivos marcados por la Unión Europea, que pretende lograr una economía más basada en el conocimiento y, ligado a esto, un mayor capital humano y un mayor nivel de formación de la población. Andalucía, en este aspecto, juega con desventaja, ya que la situación de partida es peor que en otras regiones. En este punto Trinidad subraya que no se pueden entender los malos resultados sólo como consecuencia del sistema educativo en sí mismo, ya que existen correlaciones claras con el nivel educativo de los padres y la clase social y Andalucía ha ido siempre un paso por detrás en estos aspectos. Lo que no quita, por supuesto, que el sistema educativo deba trabajar por solucionar los problemas y mejorar, concluye.
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