Inicio / Historico

Biólogos de Granada crean un sistema que dobla la eficacia de la reforestación

investigación la lucha por la regeneración del monte

Biólogos de Granada crean un sistema que dobla la eficacia de la reforestación

granada hoy
arrasado. Imagen de un bosque después de un incendio.

Un sistema innovador, ecológico y económico

I. GARCÍA
@ Envíe esta noticia a un amigo

granada. Después de otro verano caliente, con los incendios forestales asolando medio país, y en la provincia de Granada con más de 120 registrados en lo que va de año, surge la pregunta: ¿y ahora qué? Cómo regenerar el monte tras los incendios trabaja un grupo de investigadores de la Facultad de Biología de la Universidad de Granada, que ha desarrollado un método que mejora la eficacia de las reforestaciones en climas mediterráneos (como es el caso de Granada), caracterizados por veranos secos y muy calurosos.
Y para conseguirlo sólo han tenido que observar cómo funciona la naturaleza.

José Antonio Hódar, uno de los participantes en la investigación, comenta que en los ecosistemas mediterráneos especies como el pino albar nacen asociados a matorrales. ¿Por qué? Por un lado, porque así están a salvo de los herbívoros como la cabra montés, explica. Pero, principalmente, porque bajo un matorral encuentran condiciones más adecuadas para su supervivencia. Hay más humedad, más nutrientes y se suavizan las temperaturas, aclara el biólogo.

Este hallazgo, surgido en una tesis realizada por uno de los miembros del grupo, Jorge Castro, proporcionó la idea a los investigadores para aplicar este método a las repoblaciones que se practican en los montes tras los incendios. Cuando una superficie forestal es pasto de las llamas, normalmente se suele esperar dos años para realizar una repoblación. En ese tiempo, surgen una serie de especies pirófitas, es decir, plantas que encuentran en el bosque quemado el hábitat idóneo para desarrollarse. Éste es el caso de las jaras o las ulagas, especies propias de los montes mediterráneos.

En las repoblaciones que se llevan a cabo habitualmente se arrasa esta capa vegetal, ya que se piensa que los plantones crecerán mejor cuanto más luz tengan. Sin embargo, Hódar opina que esto funciona en zonas donde hay suficientes lluvias, como el norte de Europa y de España. Pero en los sitios con clima mediterráneo como es el caso de Granada, donde los veranos son muy secos y calurosos, esto no funciona ya que el momento crítico es el primer verano, cuando el plantón tiene que echar raíces.

Para comprobar que utilizar matorrales mejora la supervivencia de las especies el equipo científico ha realizado varias repoblaciones experimentales. En primer lugar actuaron en el paraje conocido como la Cortijuela del Trevenque (Sierra Nevada), donde utilizaron dos especies autóctonas (pino albar y salgareño) y varios tipos de matorrales como nodrizas, tanto de pequeño porte (salvia) como de mayor tamaño. Todos estos matorrales surgen de forma natural tras un incendio, asegura Hódar. Los resultados, obtenidos tras esperar varios años para comprobar el asentamiento del árbol, fueron contundentes: más del doble de los pinos sobreviven cerca del matorral con respecto a los que lo consiguen en suelo desnudo.

Alentados por estos resultados, pero ahora con la financiación europea de los fondos FEDER, los biólogos ampliaron las reforestaciones experimentales a otras zonas del Parque Natural de Sierra Nevada y la Sierra de Huétor que habían sido pasto de las llamas. Para la repoblación de 17.000 plantones ampliaron el abanico tanto de árboles (7) como de arbustos (4). Además se utilizaron 16 especies de matorrales y se variaron los emplazamientos escogidos para ver cómo influyen la altitud o la orientación en su supervivencia.

Estas repoblaciones, llevadas a cabo en 2001 pero cuyos resultados se obtuvieron el pasado año, confirmaron los resultados de las primeras experiencias. Comprobamos que, como patrón general, los matorrales favorecen el establecimiento de las todas las especies de árboles que probamos, aunque funciona peor para los arbustos, asegura Hódar. También comprobaron que los matorrales más pequeños funcionan mejor como nodrizas, ya que son fácilmente superables por el árbol cuando éste arraiga y empieza a crecer.

Este nuevo sistema de repoblación, funciona mejor cuanto más extremas son las condiciones, según comenta Hódar, ya que los mejores resultados los obtuvieron en dos años especialmente secos. Otras de las características que influyen en la eficacia del método es la altitud (funciona mejor por debajo de los 1.400 metros) y la orientación (mejor la cara sur que la norte, ya que hay más luz). Además, los plantones que crecen en los matorrales alcanzan el mismo tamaño.

A pesar de las ventajas, aún no se ha aplicado en ninguna reforestación extensiva, ya que en los últimos tres años no ha habido ninguna en Andalucía Oriental. Pero según Regino Zamora, director del grupo de investigación, la Junta pretende utilizar esta técnica en futuras repoblaciones.

Descargar