– Una escuela pionera impulsada por dos profesoras de la Universidad de Granada trata de inculcar y fomentar en las madres valores interculturales
Una escuela pionera impulsada por dos profesoras de la Universidad de Granada, que opera en colegios de toda la provincia, trata de inculcar y fomentar en las madres valores interculturales, especialmente los relacionados con género y diversidad, en las narraciones infantiles que leen a sus hijos.
El proyecto, denominado Una escuela de madres en contextos interculturales esta financiado por la Junta de Andalucía y se desarrolla en distintos colegios de la provincia, entre ellos el de La Inmaculada de Granada.
Su objetivo es concienciar a las madres sobre la necesidad de transmitir a sus hijos otros cuentos distintos a los clásicos que, a pesar de no representar a la sociedad actual, siguen siendo muy utilizados por padres y madres, explicó a Efe la directora del Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación, de la Facultad de Educación de Granada, Leonor Buendía.
Esta escuela se enmarca en una investigación que Buendía, junto a otra profesora compañera de facultad, Purificación Salmerón, llevan a cabo, titulada Valores que transmiten las madres en las narraciones infantiles, parte de cuyas conclusiones fueron presentadas en el II Congreso Internacional de Ciencias Sociales Interdisciplinares, que se celebró esta semana en Granada.
La investigación partió de una tesis doctoral de Salmerón, interesada en estudiar el valor educativo de los cuentos, puesto que suponen la primera ventana por la que los niños se acercan al mundo, de ahí que nos pareciera tan importante su estudio, según la docente.
En el transcurso de esta investigación, las docentes se dieron cuenta de que los cuentos clásicos de Green o Ardensen, por ejemplo, transmiten una serie de valores que hoy en día no reflejan en absoluto lo que es la sociedad actual, indicó Buendía.
Así, en estos cuentos, la principal aspiración social de la mujer es el matrimonio, mientras que los modelos familiares están formados exclusivamente por el hombre y la mujer.
Del mismo modo, a la mujer se la sigue asociando con todos los valores negativos de los cuentos, de lo que dan muestra personajes como la perversa madrastra o la bruja, frente a los personajes masculinos que siempre son valientes y llevan el sustento a casa.
Para la investigadora, la vigencia que aún tienen estos cuentos se explica en que el cambio de valores de género es relativamente reciente, y hasta hace muy poco tiempo, eran sustentados por la propia sociedad.
Son valores contra los que estas dos investigadoras granadinas creen que hay que luchar en lugar de fomentar, para lo que han puesto en marcha una escuela de madres de distintas nacionalidades puesto que son éstas la principal fuente de transmisión de valores en la infancia que acuden a ella junto a sus hijos.
Las docentes incitan a los pequeños a escribir y leer en alto cuentos de sus distintos países de origen, para detectar aquellos valores sociales discriminatorios o perjudiciales para su educación.
Así, entre los múltiples cuentos que las investigadoras llevan recopilados hasta ahora, figuran, por ejemplo, uno de una niña de Armenia, en el que la guerra entre religiones se entiende como algo natural, otro de una niña rumana en el que los robos y el pillaje forman parte del día a día de su localidad natal u otro de un niño chino al que entregan a una niña como regalo.
Frente a estos cuentos, la escuela propone unos cuentos interculturales que tratan de inculcar, fundamentalmente, dos valores: la igualdad entre géneros y la diversidad.
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