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Un proyecto innovador busca desvelar las incógnitas de la comunidad china

Un proyecto innovador busca desvelar las incógnitas de la comunidad china

Suelen ser pequeños, numerosos, discretos a la par que misteriosamente llamativos y sus ojos rasgados esconden aún incógnitas sobre cómo piensan y cuáles son sus problemas en una ciudad, Granada, que desea integrar a la comunidad china con un proyecto social innovador en Andalucía.

Se trata del plan de acción para el fomento de la participación de la comunidad china en Granada, una iniciativa de la Universidad de Granada (UGR) y la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (FAFFE) cuyo fin es detectar qué dificultades encuentran los chinos residentes en esta capital en sus vidas cotidianas.

En una primera fase de investigación, los promotores del proyecto, coordinado por el profesor de chino en la Facultad de Traducción e Interpretación de la UGR Gabriel García-Noblejas, harán unas quince entrevistas a informantes clave que incluye, entre otros, a comerciantes y estudiantes chinos de ambos sexos y diferentes edades, así como a expertos sobre esta comunidad en España.

Así lo ha explicado a Efe una de las participantes en esta iniciativa y miembro de la FAFFE, Asunción Castillo, quien ha indicado que serán conversaciones en profundidad, casi «historias de vida», que ayudarán a saber más sobre las dudas, mitos y estereotipos que suscitan estos inmigrantes.

Entre éstos, destacan la existencia o no de mafias que los empujan a la explotación laboral, las razones de su falta de uso de los servicios públicos y especialmente de la sanidad o la competencia desleal que para algunos sectores representan sus comercios.

Castillo ha resaltado que son sólo 598 las personas de origen chino inscritas en el último padrón municipal, una cifra presumiblemente alejada de la realidad que define en su opinión a la comunidad china como una comunidad «silenciosa y oculta».

Esta forma de arraigo que representa el empadronamiento no es la única que los chinos presuntamente descartan utilizar, ya sea por desconfianza o por desconocimiento.

«Ellos no saben que la Sanidad en España es gratuita, por eso no van a los centros de salud», asegura Castillo en alusión a un obstáculo, el de la comunicación, que, según el profesor García Noblejas, llega al extremo de que hay inmigrantes de este país «que se han ido a China a operarse porque no entendían bien lo que les decía el médico».

Este profesor, que desempeña una labor de voluntariado en la Cruz Roja como intérprete, ejemplifica esta incomprensión en las dificultades de los chinos para entender el marco legal español.

«Hay casos en los que si una persona china hubiese sabido cómo reaccionar, no hubiera estado en el calabozo donde yo la tuve que asistir: es simplemente desconocimiento», asegura.

Precisa además que abordarán las entrevistas sin «ningún prejuicio y sin ninguna hipótesis que demostrar» para averiguar las razones de estas dificultades de integración, que acarrean claras consecuencias, según explica otra de las participantes en el proyecto, la española de origen chino Cristina Liu: «Si tienen un problema, van a un sitio donde hay chinos».

Los responsables de esta idea esperan concluir la investigación a finales de septiembre, cuando remitirán un informe a la Consejería de Empleo con medidas que palíen, en una denominada fase de intervención social, las barreras para la integración que se hayan identificado en las entrevistas.

Además, pretenden que el plan, que cuenta con una subvención de la citada Consejería y con la colaboración de la Asociación Andaluza Asia, se extienda posteriormente a las otras dos ciudades con mayor concentración de residentes chinos en Andalucía, Sevilla y Málaga.
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