PUBLICADO POR LA UNIVERSIDAD
Un manuscrito del siglo XVIII tilda a los granadinos de embusteros hábiles
21/5/2004- 02:00- Universidad
Un manuscrito anónimo del siglo XVIII, publicado por la Universidad de Granada y conservado en la Biblioteca Nacional, describe a los granadinos como embusteros muy hábiles y advertidos, pero son embusteros de mala fe en los tratos, y generalmente inclinados al vicio en todos géneros. Las mujeres son las que salen peor paradas, ya que se las califica de poco caseras y nada honestas, excediendo en este particular a todas las del Reino.
El manuscrito, compuesto de ocho hojas útiles en cuarto y titulado Breve y verídica descripción de la ciudad de Granada, capital del Reino de este nombre. Uno de los cinco que componen las Andalucías, ha sido transcrito por la profesora Cristina Viñes Millet, del departamento de Historia Moderna de la Universidad de Granada (UGR), y publicado por la revista de Historia Moderna de la UGR Chronica Nova. El autor anónimo, un posible viajero, dice de la ciudad que tiene todo lo que puede hacer distinguido a un pueblo: Arzobispo, Chancillería, Ynquisición, Tribunales de Rentas cuyo jefe es el yntendente del Reyno, y otros muchos juzgados exentos y particulares, que suelen incomodar no poco para la buena administración de la justicia.
También se refiere a sus calles y paseos, hermosos por su frondosidad, pero estrechos y silvestres, manifestándose en ellos la pobreza del país, que es grande por lo común, y aún en los principales, pues los mayorazgos son cortos, no excediendo el mayor de ocho mil ducados, a excepción del marqués de Algarinejo y ese no vive en la ciudad, también los más o todos están muy empeñados. No se olvida de los problemas de tráfico, que ya existían, porque los coches no pueden rodar por la mayor parte de ella y aún por esta lo hacen con incomodidad por la estrechez de las calles.
Este viajero dejó escrito de la fiesta del Corpus que ni es magnífica ni digna de tan alto Sacramento y de los asistentes que ocasionan no pocos escándalos y ofensas del Señor que se va a festejar y criticó que se gastasen en esta friolera cerca de tres mil ducados, que bien distribuidos pudiera hacerse la función más solemne del orbe.
Por Gd