Un estudio de la Universidad de Granada ha demostrado que las aves urbanas han cambiado su comportamiento frente a sus depredadores en nuevos entornos y que, al enfrentarse a una misma amenaza, los pájaros de ciudad y de campo no reaccionan igual, incluso si pertenecen a la misma especie.
Para estudiar este fenómeno, Juan Diego Ibáñez-Álamo, investigador de la Universidad de Granada (UGR), y Anders Pape Møller, de Paris-Sud (Francia), han analizado las técnicas de escape de 1.132 pájaros pertenecientes a quince especies de aves en zonas rurales y urbanas.
Los resultados demuestran que las aves de ciudad han cambiado su conducta para adaptarse a nuevas amenazas, como los gatos -sus principales depredadores en las ciudades-, frente a sus enemigos tradicionales en las zonas naturales, como el gavilán.
«Cuando son capturadas, las aves de la ciudad son menos agresivas, producen gritos de alarma más frecuentemente, se quedan más paralizadas frente al depredador y pierden más fácilmente plumas que sus congéneres de las zonas no urbanas», explica Ibáñez-Álamo.
Las divergencias se agudizan además con el tiempo transcurrido desde la urbanización, lo que sugiere que sus estrategias evolucionan gradualmente con la expansión de las ciudades, que va en aumento en todo el mundo.
Según ha informado la Universidad, comprobar cómo se adaptan a las transformaciones de su hogar es «crucial» para entender cómo se pueden paliar sus efectos.
«El cambio de depredación provocado por el crecimiento de las ciudades es muy importante», subraya Ibáñez-Álamo, para quien la táctica para hacer frente a sus cazadores resulta esencial para que los pájaros se adapten al nuevo entorno.
Según el investigador, las aves deberán de este modo modificar su comportamiento para poder sobrevivir en las ciudades o, por el contrario, se extinguirán debido al crecimiento urbano.