– Un arquitecto granadino premiado con el Saloni por su actuación dentro de una firma de moda en una casa del XIX
El arquitecto granadino y profesor de la E.T.S. de Arquitectura de Granada Antonio Jiménez Torrecillas ha recibido el premio Saloni de arquitectura interior por un innovador showroom para la firma de moda Dal Bat, ubicado en una céntrica calle de la ciudad.
Se trata del premio de este tipo con mayor dotación económica, 30.000 euros, cuyo jurado han presidido en distintas ediciones profesionales como Dani Freixas, Carles Ferrater, Luis Fernández-Galiano o Alejandro Zaera-Polo.
El proyecto de la tienda Dal Bat surgió en 2002, cuando su hermana Pilar, diseñadora de moda, comenzó a producir y vender sus creaciones y compró un pequeño local en Granada en el que bajo muchas capas de escayola y pintura descubrieron la estructura de una antigua casa del siglo XIX, ha explicado a Efe el arquitecto.
Torrecillas encontró así lo que a él le gusta denominar la «biografía» de la casa, que anteriormente había sido una caballeriza, recubierta con piedra de Sierra Elvira y con el techo de vigas vistas de madera, algunas de ellas rotas y a través de las cuales se podían ver las antiguas tuberías.
Tras reforzar y limpiar, la tienda «ya estaba lista» y sólo le incorporaron unos vidrios y unas chapas de aluminio en el suelo, para conseguir el objetivo del arquitecto: mostrar lo aquel local anteriormente había sido, dejándolo todo «casi como estaba».
Unos años después adquirieron el local contiguo, carente de calidad arquitectónica, por lo que la intervención fue mayor y basada en particiones de vidrio.
Ambos fueron proyectos que contaban con muy poco presupuesto y mucha imaginación, y que han convertido esta estética del vidrio en la imagen arquitectónica de las tiendas Dal Bat, que se trasladará a todos sus locales, como el que próximamente se abrirá en Lisboa.
Antonio reconoce que es muy satisfactorio recibir un premio nacional como es Saloni, por un proyecto que se llevó a cabo sin apenas recursos frente a los grandes diseños que se presentaron al concurso.
A pesar de que le cuesta decidir cual es su proyecto predilecto, ya que los compara con la elección entre los hijos, Torrecillas admite que Dal Bat tiene singularidades que lo hacen especial, como ser un proyecto tan familiar y lo que él llama «fragilidad», su modestia y pequeñez que lo hacen «más sugerente» que las grandes cosas, como los museos o las obras significativas.
Tras haber finalizado el Museo de Bellas Artes empezará a trabajar en las obras de la sala de exposiciones del Palacio de Carlos V, ubicado dentro del conjunto monumental de la Alhambra, lo que compaginará con clases en la Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad de Granada.
Torrecillas admira a los arquitectos que se basan en la tradición y en sus orígenes pero mirando al futuro, como Carlo Scarpa o el mexicano Luis Barragán, del que dice que es quien más le ha aportado en su arquitectura.
Como profesor de arquitectura asegura que hay muchos jóvenes «muy valiosos» a los que anima a seguir aprendiendo y avanzando en aquello que no saben porque «grandes errores enriquecerán el mundo», dice recordando las palabras del arquitecto Alejandro de la Sota.
En cuanto a la firma Dal Bat, impulsada por su hermana Pilar, ha evolucionado desde las pequeñas colecciones de ropa y complementos con las que ella misma llamaba a las puertas de los compradores hasta convertirse en una de las empresas de moda granadinas de más relevancia nacional e internacional.
Hoy en día sus diseños se venden en Europa, Oriente Medio, Japón, Costa Rica o Puerto Rico, tiene agentes comerciales en España, Portugal e Italia, participa en pasarelas de París, Nueva York, Moscú, Madrid y Tokio y ha tenido la suerte de que, además de por sus diseños, se conozca también mundialmente su local gracias al trabajo de su hermano.
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