La sección sindical de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza (FETE) de UGT en la Universidad de Granada ha acusado a la institución de «imponer» para el día de la huelga general los servicios mínimos de seguridad y mantenimiento, al no haber llegado a un acuerdo con los trabajadores.
La institución ha fijado que para esta jornada haya en los centros académicos una persona de conserjería en cada uno de los edificios independientes que componen el centro y el decano de la facultad o el director del centro en cuestión.
En el resto de los edificios habrá una persona de conserjería por turno, el responsable administrativo del mismo y un controlador por centro en turno de noche en aquellos centros o edificios atendidos por personal propio.
En los colegios mayores y residencias, los directores y administradores garantizarán la apertura durante las 24 horas con turnos en los que participarán ellos necesariamente auxiliados por el personal imprescindible. A ellos se unirán el director del servicio de comedores, que se ocupará de esta materia, un encargado de mantenimiento y un trabajador en el animalario.
En declaraciones a Europa Press, el responsable de FETE-UGT en la Universidad de Granada, Antonio Oña, ha explicado que la voluntad de los sindicatos era llegar a un acuerdo, como en otras ocasiones, a pesar de que los ámbitos de negociación de los llamados servicios mínimos se realizan en Andalucía y en el Estado. De este modo, lo que podía negociarse «era solamente la seguridad y el mantenimiento de los centros y servicios».
Oña matiza que de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo y a diversas sentencias del Tribunal Constitucional, a la educación no se le aplica el concepto de servicios mínimos y por tanto los servicios y los centros de la Universidad de Granada tendrían que funcionar como en un día festivo.
«A pesar de aceptar por nuestra parte, que los centros se pudieran abrir por una persona de conserjería, al tener funciones asimilables de vigilancia y mantenimiento, los representantes del equipo de gobierno no quisieron variar una sola coma de la propuesta, que ya traían escrita, incluyendo a los decanos, directores y responsables administrativos del edificio, todos ellos, personal que no tienen funciones ni de mantenimiento ni de seguridad. En esas condiciones fue imposible el acuerdo», ha lamentado Oña.
Así, ha advertido de que el Rectorado ha impuesto unos servicios mínimos «que no son de su competencia y se realizan sin acuerdo con los representantes de los trabajadores, como es obligatorio», por lo que éstos no tienen por qué acatarlos, según ha añadido.