– Pérez Beltrán apela a la responsabilidad política para que la inmigración deje de encasillarse en un cajón de sastre
El catedrático Carmelo Pérez Beltrán apeló hoy a la responsabilidad de la clase política, de la prensa e incluso de las asociaciones humanitarias para que la inmigración deje de encasillarse en un cajón de sastre y cambie la percepción de los españoles sobre ellos, basada a menudo en prejuicios.
Esta apreciación fue puesta de manifiesto durante la celebración del Congreso La imagen del inmigrante en la España actual, que se desarrolla entre hoy y mañana en Granada en el marco del Festival Internacional Cines del Sur, con el objetivo de abordar medidas que contribuyan a mejorar la percepción de esa población.
El director del Congreso y catedrático de la Universidad de Granada, Carmelo Pérez Beltrán, dijo a Efe que la percepción sobre el inmigrante que el español se ha forjado en general desde los últimos quince o veinte años es la de una imagen conflictiva.
En su opinión, los inmigrantes han sido encasillados en un cajón de sastre en el que son percibidos en general como una población paupérrima, rural y prácticamente analfabeta, lo que supone una percepción errónea que no se ajusta del todo a la realidad.
Aunque una parte de la población inmigrante presenta esas características, existe otra altamente alfabetizada y cualificada que desempeña trabajos profesionales, explicó el catedrático.
Para Pérez Beltrán, esa percepción de la inmigración que tienen los españoles, basada a menudo en prejuicios, obedece en gran parte a nuestra percepción histórica del otro, que es siempre percibido de forma negativa porque integra una cultura distinta.
Además de esa circunstancia, Pérez Beltrán atribuye la imagen que se tiene en España de los inmigrantes al papel de los medios de comunicación, tanto escritos como audiovisuales, así como a los discursos oficiales e incluso a los de las ONG, que transmiten a veces una visión paternalista e idealizada de la inmigración.
Por su parte, la profesora de la Universidad de Granada María Eugenia Urdiales consideró que lograr que la población española conviva con normalidad en la actual sociedad multicultural depende en parte de la clase política, que debe ser consciente, dijo, de que no se puede mentir con este tema porque se puede hacer un daño irreversible a la sociedad, difícilmente de controlar después.
En su opinión, la clase política juega mucho con fuego en ese sentido porque aborda este asunto en función de los intereses del partido al que pertenece o de sus votantes.
Frente a la creencia generalizada de que la inmigración supone un elevado coste a las arcas públicas, Urdiales mantuvo lo contrario, al precisar que la tasa de actividad entre la población inmigrante es comparativamente más alta que la española.
En concreto, la tasa de actividad de la población extranjera en España es del 76,3 por ciento frente al 58,6 por ciento de la española, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al primer trimestre de 2007.
El 13,8 por ciento de la población extranjera residente en España trabaja, contribución que supera a la de los españoles, si bien la tasa de paro entre los inmigrantes (12,6%) es superior a la de los españoles (8,5%).
Según el padrón de 2006, en España residen 3,8 millones de inmigrantes, el 8,8 por ciento del conjunto de la población.
Urdiales, que impartió la ponencia España y su transformación de país de emigración a país de inmigración en el contexto de la Unión Europea, abogó por la implantación de una política comunitaria en materia de inmigración, al considerar un disparate que siga habiendo políticas independientes por países cuando existe en la actualidad circulación libre de personas en el ámbito Schengen.
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