PRESUPUESTO ESTUDIANTIL
Los universitarios más ahorradores se dejan en Granada unos 3.000 euros cada curso en gastos básicos
28/03/2006 – 08:10
M.G.L
Beatriz estudia Historia del Arte en la Universidad de Granada. Es de Almuñécar y vive en un piso con otras estudiantes que le cuesta unos 160 euros al mes incluyendo el agua, la luz y la comunidad. La cesta de la compra le sale a 90 euros mensuales, pero los lunes y los miércoles tiene clase todo el día y almuerza en los comedores de la residencia Emperador Carlos V (tres euros el menú). Para subir desde el centro a Cartuja tiene que coger un autobús, que paga con un bono de diez viajes a 10,80 euros. También tiene que aflojar el bolsillo en fotocopias -al menos 40 o 50 euros cada curso-, y en libros –unos 160 euros al año-. Por último, en septiembre hay que abonar la factura más importante, la matrícula, que son unos 600 euros. En total, a Beatriz le cuesta estudiar en Granada unos 3.000 euros por curso, sin contar con las salidas de fin de semana, ir al cine o comprar ropa y artículos de ocio. Precisamente, y por fortuna, esta joven, de familia numerosa, disfruta de una beca de 3.000 euros.
Su compañera Ana vive con sus padres en la Carretera de la Sierra. Aunque no tiene que alquilar piso, la distancia le obliga a coger cuatro autobuses diarios. Como está empadronada en Granada, puede adquirir un bonobús más económico (cuatro euros). Se gasta lo mismo en fotocopias y libros que Beatriz, pero la beca que le conceden es de sólo 300 euros desde que empezó la carrera, ya que entró con matrícula de honor y aprueba cada curso más del 80% de los créditos. Este beca es, según ella, insuficiente, “porque es lo que me da sólo para el transporte”, dice.
El crédito está este curso a 9,96 euros en las carreras técnicas, como Farmacia, lo que hace que las matrículas se disparen con respecto a las no técnicas. En administración aseguran que, aunque las matrículas son muy variables, las del primer curso oscilan entre los 600 y 650 euros para los aspirantes a farmacéuticos. Pero conforme pasan los años, éstas suben su precio. Hay que tener en cuenta que las becas se pierden si se suspende una asignatura. Y además, ésta costará el segundo año un 15% más y un 50% si se trata de la tercera matriculación. Así, Jacquelina, que nunca ha tenido beca y cursa 5º de Farmacia, dice que desde que empezó la carrera se gastado unos 6.000 euros.
Tarik y Myriam son naturales de Tánger y aseguran que en Marruecos “la universidad es ‘pública’ porque las matrículas no cuestan nada”. Sin embargo, ella estudia aquí gracias a un convenio entre la UGR y Marruecos fruto del cual disfruta de una beca de 2.390 euros más acceso libre al comedor todos los días. Pero el piso donde vive, cerca de su facultad, le resta 240 euros al mes incluyendo todos los gastos, más unos veinte mensuales de fotocopias y algún que otro libro, además de otros 50 euros de comida en casa. Myriam calcula que cada año se deja unos 5.000 euros en Granada. Además, ambos viajan tres veces durante el curso a Tánger para ver a su familia, y entre el autobús y el barco la visita les cuesta 120 euros: “No es como para estar yendo todo los fines de semana”, bromea Myriam.
La vida del estudiante en Granada es relativamente barata en algunos aspectos, y muy cara en otros. Por ejemplo, un café con leche en la cafetería de una facultad vale 72 céntimos, y la tostada para acompañar 61. El ticket del menú en los comedores universitarios se adquiere por tres euros. Algo más en las propias facultades. Por ejemplo, en Filosofía y Letras se podía comer hoy arroz a la cubana, caldo o ensalada de primer plato; empanada de jamón y queso o San Jacobo de segundo, más bebida, pan y postre por 3,76 euros. Las raciones oscilan entre 1,40 euros y 2,80, mientras que el bocadillo más caro, un San Francisco, sólo vale 1,75 euros.
En el extremo opuesto están las fotocopias. Las copisterías cobran tres céntimos por folio, y en el caso de algunas asignaturas cada visita a la copistería puede salir por casi trece euros, precio del ‘tocho’ de fotocopias más caro vendido en Filosofía y Letras. No es de extrañar que en la fotocopiadora de esta facultad se dejen los alumnos cada día hasta 500 euros. Una cantidad que sube en épocas inmediatamente anteriores a los exámenes de febrero y junio. Y aunque en las bibliotecas están casi todos los manuales necesarios, a veces el profesor obliga a comprar un libro para su asignatura. Sheila y Paula, estudiantes de Filología Inglesa, cuentan que este año han tenido que comprarse cuatro manuales a unos cuarenta euros cada uno.
Junto a este capítulo están los pisos de alquiler. En Internet se pueden encontrar cientos de ofertas de habitaciones individuales en Granada. La media está en torno a los 180 euros, pero la cuantía aumenta si el piso está bien situado, como una habitación que se alquila en la calle Alhamar y por la que piden 240 euros, u otra en Emperatriz Eugenia que cuesta 217. Hay habitaciones más asequibles en el barrio de Los Pajaritos, donde el precio baja hasta los 123 euros.
La pregunta de si vale la pena internarse en una residencia universitaria puede encontrarse con una respuesta negativa. Aunque ofrecen habitaciones individuales, desayunos, comidas y cenas, servicios de lavandería, sala de TV, de Internet o de estudio, gimnasio, etc., el precio reculta a muchos demasiado elevado. La media está en torno a los 5.500 euros anuales, y con esto el estudiante sólo tiene cubiertas las necesidades más básicas, porque no se incluyen las matrículas, las fotocopias ni