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Andrés Sopeña: «Un escritor no sé lo que es

ENTREVISTA A ANDRÉS SOPEÑA
Andrés Sopeña: Un escritor no sé lo que es
4/7/2005 – 09:01
F.Barajas
No es alto ni bajo de estatura. No es rubio ni moreno de pelo. No es atractivo ni desagradable físicamente, pero si es un florido pensil de las ideas y de la inteligencia clara, incisiva y aguda. Dice su DNI que tiene 56 años vivito y coleando, cosa que nadie duda, y de ellos vividos más de la mitad en Granada, aunque nació en el Madrid de navajeros, paseantes en Cortes y princesas.

Casado con su señora de su matrimonio y padre de tres hijos. Doctor en Derecho y profesor de Derecho Internacional Público, una disciplina académica que sirve para lo que nadie respeta; escritor de postín, de los de rompe y raja; conferenciante divertido y docto como pocos; aficionado al cine y a la buena televisión; melómano de los que no tosen; lector incansable de hasta el Pentateuco; apasionado del comic; y articulista tan fenomenal, que se atreve a innovar el género con su cámara fotográfica… ¡Increíble! Ah, y tiene una perra preciosa que se llama Gilda, por lo de una tal Rita Hayworth.

Pregunta.- ¿Si el Guerrero del Antifaz levantara la cabeza y observara como está el patio… desenvainaría la espada?

Respuesta.- Desenvainaría la espada y estaría además encantado, porque la antiEspaña ataca de nuevo. Que mira tú, la que se traen los socialistas y demás gentes de mal vivir.

P.- Usted alcalde de Granada, aventura poco probable: ¿Dónde colocaría el Ferial?

R.- No es que sea poco posible, sino que es absolutamente imposible el ser yo alcalde de Granada. En todo caso, provocaría utilizarlo como pretexto para apuntar futuras recalificaciones urbanísticas y sacar dinero de las piedras.

P.- ¿Qué es un escritor y qué es una Editorial?

R.- Un escritor no lo sé. Y una Editorial, pues depende. Están los editores que se embarcan en la maravillosa aventura de publicar libros y están los tenderos que producen unos montoncitos de hojas impresas con tapas, y con la finalidad de ganar mucho dinero, lo cual por definición es incompatible con los libros.

P.- Granada y la cultura que aquí se genera: ¿Una película muda en blanco y negro?

R.- No necesariamente, podía ser perfectamente en color y en algunos de esos nuevos sistemas de proyección que dan sensación envolvente; es decir: Granada podía vivir en y por la cultura que produce y que es mucha más de la que normalmente se piensa ¡Que aquí hay gente muy buena y en muchos ámbitos!

P.- Las diferencias -qué diferencias- entre PSOE y PP: ¿Ostras Pedrín, que tiran con balines?

R.- La verdad es que el ambiente está rarillo, y que más de uno se está pasando varios pueblos. Esas cosas las carga el diablo y luego no tienen vuelta atrás. Así que ya veremos… ya veremos.

P.- ¿La Universidad de Granada es pura endogamia, o la endogamia es pura Universidad de Granada?

R.- Los tiempos “evoluyen” y aunque sigue habiendo de todo como en botica, yo no enfatizaría este como el problema más llamativo de la Universidad. Por lo que al profesorado se refiere, recomiendo encarecidamente la lectura al efecto de un libro, una pequeña “joyita”, titulado “De bestiis universitatis”, en el cual se da un lucido y desternillante repaso a la fauna académica.

P.- Una guerra preventiva: ¿Primero tiro y luego pregunto?

R.- No. Primero tiro y luego tiro… y tiro y tiro. No hay nada que preguntar.

P.- Mister Bush, mister Blair y mister Aznar… ¿Premio Nóbel de la Paz?

R.- Ya se le ha dado ese premio a más de un terrorista… de manera que…

P.- ¿Todos aprobados -los alumnos-, y el que quiera aprender que venga a clase?

R.- De eso nada. Un título no es sólo para el que lo obtiene, también es para la sociedad que lo padece. La asistencia a clase es lo de menos, que lo mismo algunos profesores no valemos gran cosa, pero los conocimientos, la preparación, el saber desenvolverse en la correspondiente actividad, eso es fundamental. Y lo otro es prevaricación.

P.- Granada: ¿Una selva urbanística… una selva automovilística… una selva económica… una selva selvática?

R.- La selva, la genuina tiene un equilibrio, una lógica interna. Esto es otra cosa: esto es el caos.

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