Un total de 60 estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Granada (UGR) pondrán en marcha este miércoles una iniciativa que pretende ‘devolver’ el Albaicín a sus vecinos a través de distintas ‘performances’ en diferentes puntos del barrio, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1994.
Desde las 11 de la mañana hasta las 12 de la noche los alumnos de la asignatura ‘Proyectos IV’ instalarán cortinas que simularán ser tapias, un río artificial en medio de una calle o un panel donde los transeúntes dibujarán su perfil, ha informado la UGR en un comunicado.
Los profesores de la asignatura Ramón Fernández-Alonso Borrajo y Eduardo Martín Martín destacan que esta actividad pretende “recuperar distintos espacios del Albaicín para sus vecinos, y acercar al mismo tiempo este barrio a la ciudad de Granada”. Así, serán nueve las instalaciones que, durante las 12 horas que durará esta actividad, salpicarán el barrio, con la intención de provocar una reacción (y una sensación) determinada en todos los vecinos y turistas que recorran sus calles.
Las instalaciones que los estudiantes de Arquitectura pondrán en marcha mañana, a modo de ‘performance’, serán bien distintas. En una de ellas, por ejemplo, colocarán una serie de cortinas que cortarán el paso en distintas calles, simulando ser tapias. Con ello, sus autores pretenden “comprobar la reacción de los viandantes al ver que se les prohíbe el paso”, y llamar la atención sobre “la falta de libertad” que, a su juicio, existe en muchas zonas del Albaicín.
Otro de los grupos creará durante unas horas un canal efímero de agua que discurrirá entre dos antiguos aljibes, por una calle peatonal, con la idea de “reivindicar la importancia del agua en la arquitectura del barrio”.
Los alumnos de la UGR empapelarán el pavimento de la Plaza de San Miguel Bajo, con el objetivo de que todos los transeúntes dibujen su silueta a modo de “la sombra que proyectan en el barrio”, y les pedirán después que describan con palabras las sensaciones que el Albaicín les transmite.
Las escaleras de la calle Álamo del Marqués servirán como auditorio improvisado para un concierto de guitarra y flauta travesera al aire libre, mientras que en la zona donde se ubicaba el antiguo zoco los estudiantes de la UGR simularán jugar una partida de bingo, en una clara crítica a las autoridades baleares, que recientemente han requisado los bingos de los hogares del jubilado por competencia desleal. “Queremos reivindicar que en el Albaicín, donde a sus vecinos se les prohíben tantas cosas, no pueda ocurrir lo mismo en un futuro”, señalan sus autores.
Otra de las instalaciones tendrá lugar en la Plaza de San Nicolás, actualmente tomada por los coches, lo que provoca que los alumnos de un colegio que da a esta plaza tengan que salir por la puerta de atrás. “Queremos delimitar este espacio y dejar claro que pertenece a sus vecinos”, afirman los responsables de esta instalación, para lo que extenderán varios telones de papel, de dos metros de altura, rodeando el perímetro de la plaza.