EL CORREO
Adaptación universitaria
Revista de Prensa- 22/5/2005 – por Editorial
La comunidad universitaria, tan sensible a las reformas que trastocan sus delicados equilibrios, se encuentra inquieta ante el proceso en marcha que aborda la reforma más profunda de los últimos decenios. La causa es el plan de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior, tal como se definió en la Declaración de Bolonia de 1999 y que compromete a todos los estados de la UE. No se trata de una cuestión doméstica. Lo que está en juego con la reforma de las carreras universitarias es algo tan necesario como homologar las titulaciones superiores con las del resto de la Unión. Correspondería hablar en esta ocasión de una crisis de crecimiento, que debe afrontarse con espíritu constructivo e incluso con ilusión. A la vez, los objetivos y la dimensión de este cambio son motivos suficientes para que se implique en la misma toda la sociedad, porque a todos incumbe.
Las modificaciones que deben estar implantadas en 2010 ofrecerán tres niveles de titulación, flexibilizando los estudios para adaptarlos a la realidad. La preparación de tan vasto proceso ha correspondido, en primer lugar, a comisiones de expertos del Consejo de Coordinación Universitaria, que proponen reducir las titulaciones de las 140 actuales a 77. Con ese primer paso ya ha surgido la polémica, comenzando por los afectados por la eventual desaparición de las licenciaturas en Historia del Arte, Humanidades y Filología Inglesa, no del estudio de esas materias. En las dos primeras, que existen como carreras propias desde hace quince años y en paralelo a la proliferación de universidades, la propuesta da pie a la controversia. Pero la decisión aún no se ha tomado y siempre habrá de ser referencia la homologación de los títulos con el resto de la UE. Menos duda cabe sobre la improcedencia de reducir el nivel de preparación en Filología Inglesa, algo que no se corresponde con la importancia de la que es lengua imprescindible en casi todos los campos de actividad en la sociedad global.
Sobre la discusión abierta sobrevuela, aunque se trate de ámbitos diferentes, el arrinconamiento sufrido en la Enseñanza Secundaria por áreas como la Filosofía. Pero es necesario el debate y su complejo recorrido por el citado Consejo de Coordinación, los gobiernos de las comunidades autónomas, la Conferencia de Rectores y el Ministerio de Educación, confiando en que los intereses gremiales o políticos queden supeditados al interés general: aprovechar una ocasión excepcional para la actualización de la Universidad y su acomodo a la sociedad.