Descienden el número de caries entre los niños andaluces, afectando más a las capas desfavorecidas, según un estudio
Un estudio elaborado por la Universidad de Granada (UGR) y en el que han participado un total de 2.041 escolares de entre 6 y 12 años, pertenecientes a una veintena de centros escolares de Granada y Jaén, revela el descenso en el número de caries en la última década entre los niños andaluces, si bien advierte de que est problema sigue afectando más a las capas socioeconómicas más desfavorecidas.
Este trabajo, en el que han participado alumnos que cursan entre primero y sexto de Educación Primaria y seleccionados al azar, ha llevado a cabo la primera evaluación que se realiza en Andalucía del Programa de Asistencia Dental Infantil de la Junta (PADI), desde su implantación en el 2002. Los datos se recabaron durante los cursos escolares 2006-2007 y 2007-2008.
Según dicha investigación, los programas públicos de atención dental infantil han mejorado la accesibilidad al dentista de los escolares que participan en dicho programa, aumentando con el ello el número de selladores de fosas y fisuras (tratamientos preventivos).
El estudio, denominado \’Evaluación del Programa de Asistencia Dental Infantil en Andalucía: salud oral y calidad de vida oral\’ y realizado por la doctora Eva Rosel, del departamento de Estomatología de la UGR, tenía como objetivo describir el estado de salud oral, hábitos de higiene y consumo de golosinas de la población infantil andaluza, así como evaluar el efecto del PADI (Programa de Asistencia Dental Infantil) en Andalucía en dichas variables.
En concreto, el PADI es un programa que la Junta de Andalucía puso en marcha en el año 2002, y que pretende ofrecer asistencia dental de forma gratuita a los escolares andaluces de 6 a 15 años. Su objetivo es que dispongan de una buena salud oral, facilitándoles, a través de profesionales cualificados, las medidas preventivas adecuadas y los tratamientos conservadores necesarios.
Las prestaciones aseguradas incluyen revisiones periódicas, selladores de fisuras, empastes y tratamientos endodónticos en dientes definitivos y extracciones de dientes de leche, entre otras.
Así, los niños y niñas de entre 6 y 15 años residentes en Andalucía tienen derecho a recibir atención dental básica y determinados tratamientos especiales de forma gratuita a través del Talón de Asistencia Dental Anual, que facilita a las familias la Consejería de Salud. Para el año 2009, tienen garantizada la asistencia dental los que hayan nacido en los años 1994 a 2003.
DESCIENDEN LAS CARIES
Según las conclusiones del estudio, en líneas generales la caries continúa con su ritmo descendente, «aunque de forma mucho más moderada que en la década anterior». Además, revela que el descenso de caries «no se debe sólo a la implantación del programa de asistencia dental infantil, ya que la disminución de caries se ha producido también en aquellas comunidades autónomas donde no está implantado dicho programa».
Además, advierte de que esta enfermedad tiene una distribución asimétrica entre la población, siendo el sector de nivel socioeconómico bajo el que presenta niveles más altos de prevalencia.
Entre los principales datos, el 20 por ciento de los escolares respondieron no haber visitado al dentista en los últimos 12 meses. Un porcentaje similar sí lo hizo, pero a un dentista privado, mientras que un 56 por ciento visitó a un dentista PADI (ya fuera público en la red del Servicio Andaluz de Salud (SAS) o privado concertado al programa).
Igualmente, más del 80 por ciento de los padres encuestados en este estudio estaba satisfecho con la atención recibida por sus hijos en el dentista PADI.
TIPOS DE PROCEDIMIENTOS MÁS HABITUALES
La investigación también revela que existe un mayor número de selladores (tratamiento que se realiza en los molares permanentes para prevenir la caries) en el grupo de escolares que visita al dentista PADI frente a los que visitan habitualmente a un dentista privado.
En cuanto al índice de caries, parece no haber diferencia entre los niños que van a un dentista PADI y los que no lo hacen, aunque los niños que van al dentista del PADI sí tienen más dientes empastados.
A la luz de los resultados de esta investigación, Rosel aboga por que las políticas públicas «incluyan en su diseño su propia evaluación», siendo «particularmente importante» en los programas de salud pública.
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