Desde que el síndrome de la clase turista fuera reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como problema de salud pública muchos son los que se ha lanzado a la aventura de buscar soluciones eficaces para evitarlo. Calcetines elásticos, mecanismos de compresión o ejercicios de todo tipo han sido algunas de las medidas que por una u otra razón no han logrado ver la luz en la cabina de un avión. Por ello, investigadores españoles han creado un nuevo dispositivo que podría prevenir con facilidad la aparición de este síndrome.
El prototipo, ideado por la Universidad de Granada y diseñado y fabricado por Entrenatech, una empresa de I+D perteneciente a esta universidad, podría ser eficaz en la prevención de trombosis venosas en las piernas y en la activación de la bomba venomuscular que permite el retorno venoso de la sangre al corazón. Por el momento, este dispositivo tendrá que probar su eficacia en una investigación que está siendo realizada en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo (CARD) de Sierra Nevada. «El CARD está a 2.340 metros de altura; a ese nivel tenemos las mismas condiciones de presión y oxígeno que existen en un avión», dice Fidel Fernández, coordinador del estudio.
Según este especialista, el objetivo es evaluar si el flip-flow, una almohadilla diseñada para hacer ejercicio con la planta del pie, es eficaz en la prevención de la trombosis provocada por la inmovilidad. «La idea es comprobar si la almohadilla es buena para ejercitar los músculos de la pantorrilla y prevenir así lo que ocurre en el avión. Es hinchable, parecida a una almohadilla cervical y se podría usar en pleno vuelo. Además, podría ser eficaz también en la prevención de las trombosis que se producen tras el parto o incluso en una intervención de vesícula», afirma este experto. Sin embargo, Fernández insiste: «Si evitásemos el consumo de alcohol, el de tranquilizantes y cuidásemos la postura en los vuelos se podría reducir el número de trombosis por esta causa».
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