– El pasado curso estudiaron en las universidades públicas andaluzas 1.405 alumnos con algún tipo de discapacidad física, intelectual, visual o auditiva, la mayoría de ellos en facultades de Granada y de Sevilla.
El acceso a mayores niveles de formación para este conjunto de población -más de 700.000 personas en Andalucía según el Instituto Nacional de Estadística- se supone imprescindible para que los discapacitados puedan aspirar a un mercado laboral con garantías y, por lo tanto, a la plena integración. Sin embargo, no todas las instituciones académicas que acogen a estas personas dan las mismas facilidades para que puedan estudiar en sus centros.
Las Consejerías para la Igualdad y Bienestar Social y de Innovación, Ciencia y Empresa han editado una guía dirigida al alumnado con discapacidad que actualmente está realizando estudios de bachillerato y preuniversitarios para que conozcan los recursos que cada universidad andaluza les ofrece. Esta publicación es la primera radiografía que detalla en Andalucía cómo es el acceso universitario de los discapacitados.
En el estudio realizado por los profesores Juan González-Badía y Carmen Molina, la Universidad de Córdoba es la que peor sale parada en la atención a sus alumnos con dificultades, que fueron 52 el pasado curso. La universidad cordobesa se encuentra a años luz de la de Granada (UGR), que ya cuenta con una experiencia de 15 años en prestar servicios a sus alumnos discapacitados, mientras que la UCO ha iniciado en el presente año lo que ha venido a denominar Servicio de Atención a las Personas con Dificultades de Adaptación.
Para observar las carencias de la UCO en esta materia, sólo hace falta comprobar que no presta ninguna de estas ayudas técnicas: libretas autocopiativas, equipos de FM, micrófonos, braile hablado, grabadoras, software adaptado, reservas de sitios en el aula, becario colaborador, mobiliario adaptado, material audiovisual, guías didácticas y cuidador. Las restantes universidades, algunas con más servicios que otras, cumplen en su mayoría con este apartado.
El estudio también incluye que no hay un intérprete de lengua de signos, aunque el vicerrector de Estudiantes de la institución cordobesa, Manuel Torres, aseguró que ya se ha solventado esta carencia. Torres señaló también que los servicios que presta la UCO se condicionan a la demanda existente a principios de curso.
Los estudiantes que consulten la guía se llevarán un mejor concepto de la Universidad de Granada. Tiene todas las ayudas técnicas al servicio de sus 309 alumnos con discapacidad y presupuesta 111 millones de euros a este propósito. Le siguen la Universidad de Málaga y la Universidad de Sevilla, con unos 80 millones.
La publicación reúne otros análisis que deben ser tenidos en cuenta por el futuro alumno a la hora de decantarse por una de las universidades. De los parámetros consultados, sólo la atención personalizada, las adaptaciones curriculares y la información tanto preuniversitaria como en el periodo de matrícula se cumplen de manera global por las nueve instituciones académicas andaluzas.
La guía pretende dotar a la comunidad universitaria de una herramienta que sirva de referencia tanto para difundir ejemplos de buenas prácticas como para orientar, entre otros, a los estudiantes con discapacidad y a sus familias, de los recursos de que disponen las universidades andaluzas, permitiéndoles elegir aquélla que mejor se adapte a sus necesidades. Será el paso previo de la aprobación por parte de la Junta de Andalucía del Plan Estratégico Universidad y Discapacidad.
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