La ciudad celtibérica de Segeda, situada en la localidad zaragozana de Mara, celebrará este domingo un día de puertas abiertas para mostrar a los ciudadanos los resultados obtenidos en la última campaña de excavaciones arqueológicas.
Bajo el lema ‘Vive la Historia en Segeda’, se han organizado visitas guiadas, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas, al lagar y la bodega del yacimiento arqueológico de Segeda I, con la construcción de «la Casa de los Titos», y al «Santuario Astronómico de Segeda». Además, a las 17.30 horas se podrá asistir, desde el santuario, al ocaso solar del equinoccio de otoño sobre el Cerro de Valderrando.
Las excavaciones arqueológicas comenzaron en julio, dirigidas por el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel y director de la Fundación Segeda, Francisco Burillo. En esta campaña han participado 70 estudiantes y licenciados en arqueología de diferentes universidades.
Durante este verano, un equipo de investigadores de Geofísica Aplicada de la Universidad de Granada ha realizado un estudio al santuario astronómico de Segeda, aplicando tres métodos de prospección, que mostrarán en visión tridimensional las estructuras no visibles existentes debajo de la superficie del santuario.
Este trabajo permitirá conocer la superficie de la terraza donde se construyó el santuario, el espesor del sistema constructivo y si se realizó o no acondicionamientos especiales en la misma antes de convertirlo en un lugar de ofrendas, explica la Universidad de Zaragoza en un comunicado.
La plataforma monumental de Segeda –de planta romboidal– es una obra del estado segedense, un calendario convertido en santuario. Se trata del primer santuario celtibérico identificado que, además de servir para marcar el tiempo, estaba relacionado con el culto solar.
CALENDARIO
El santuario celtibérico descubierto en Segeda en el 2004 se utilizaba como calendario, ajustado a los movimientos astronómicos del sol y la luna. Este hallazgo fue posible gracias a los estudios arqueoastronómicos aplicados, que demostraron que la sociedad celtibérica de Segeda contaba con altos conocimientos geométricos y astronómicos.
De hecho, resolvieron en una construcción compleja y horizontal, los cálculos anuales del movimiento del sol –solsticio y equinoccio– y los más complejos del movimiento de la luna, como su Parada Mayor, correspondiente a un ciclo de 19 años, el ciclo de Metón.
Durante la campaña de este verano se ha dejado al descubierto la totalidad de la planta del santuario, que tiene una extensión de 420 metros cuadrados, con un aterrazamiento de la plataforma de más de un metro de altura con una base de grandes piedras calizas, cubiertas con cuatro hiladas de losas de yeso.
También se ha localizado el suelo de arcilla que lo circundaba y postes carbonizados caídos, que muestran la existencia de estructuras verticales. Además se ha demostrado la existencia de un foso perimetral al santuario, excavado en la terraza cuya finalidad aparente era el de destacar y dar más monumentalidad a este lugar sacro.
El fondo de uno de estos fosos fue ocupado por una cabaña una vez abandonado. Hasta el momento, no se ha identificado la época a la que corresponde, pero podría ser contemporánea de los enterramientos tardorromanos hallados recientemente.