Tatiana Garrido tenía 4 años sin venir a Venezuela. La primera vez que visitó el país fue para hacer una gira con su compañía de danza. Luego, se presentó en Valencia para dictar un taller. Ahora, «La Españoleta» regresa para promocionar la Cátedra de Flamencología Mariquilla, la única que puede dar un certificado profesional de flamenco en el mundo.
«La Españoleta» estuvo la semana pasada en el país para dar a conocer esta casa de estudios, creada por su madre María Guardia Gómez, conocida como «Mariquilla».
«Esta cátedra se creó en conjunto con la Universidad de Granada y ya camina con vida propia, con el apoyo de la Fundación Mariquilla que ayuda a aquellos que no tienen posibilidades económicas para estudiar flamenco o que tienen una proyección artística bastante grande», cuenta Garrido.
En Caracas, la hija de una de las bailaoras más reconocidas en el mundoespera crear las bases para que se establezca la sede que permita la proyección de la cátedra en los países de Suramérica.
«Queremos darle la oportunidad a la gente que ama el flamenco de que no solo tengan conocimientos teóricos y prácticos sobre este baile, sino que la persona que salga graduada de la cátedra pueda acceder a cualquier compañía del mundo», explica Garrido.
5 años de preparación
Quienes ingresen a la Cátedra de Flamencología Mariquilla, agrega «La Españoleta», tendrá que estudiar durante cinco años, lo mismo que dura una carrera universitaria.
Tatiana Garrido estará cada tres meses en Venezuela, junto a bailaores reconocidos, para brindar a los estudiantes una renovación de los aspectos que ya se hayan estudiado.
Día a día, las personas inscritas tendrán a su disposición un staff de profesores que prepararán a los alumnos según los parámetros establecidos por la propia Garrido. Los interesados podrán pagar el curso en moneda local.
Flamenco puro
Aunque Tatiana Garrido no está en contra de aquellos que se interesan por varios tipos de baile, aboga porque las personas hagan flamenco puro, sin fusiones con otros ritmos.
«Aquí hay una tendencia a mezclarlo todo. La palabra flamenco tiene mucha fuerza y, a veces, se utiliza el nombre de este ritmo para hacer otro tipo de espectáculos que no tienen nada que ver. Ahí se equivoca un poco la gente», sentencia la bailaora.
Este será precisamente una de las metas de la Cátedra de Flamencología Mariquilla. «Vinimos a enseñar flamenco puro», concluye Garrido, quien espera volver al país en noviembre para ofrecer unas presentaciones y atender su proyecto educativo.
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