Experto español dice que las víctimas deben ser la prioridad de la Comisión Nacional de Reparación
Mario López Martínez, miembro del Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada se refirió al tema en un congreso sobre conflicto.
López, quien hace parte de un equipo de 500 personas de todo el mundo que hace seis años evalúan los resultados y alcances de las comisiones de la verdad, advierte que es fundamental garantizar que en el proceso no terminen teniendo más ventajas los victimarios, mientras las víctimas pasan a un segundo plano.
Durante el congreso La comunicación, eje transformador de los conflictos hacia la convivencia pacífica, organizado por la universidad Santo Tomás de Bogotá, el experto se refirió a la situación que le espera a la comisión de reparación en medio del conflicto. También habló de los que llama “errores” de la desmovilización de los paramilitares y de los puntos que debe tener la hoja de ruta de la comisión. (Ver gramática de la reconciliación).
Saturados de violencia
López Martínez aseguró que en los procesos de las 40 comisiones de verdad y reconciliación evaluados se han presentado en común tres factores en las sociedades que han optado por ellas: han llegado a un punto de saturación de la violencia, se ha producido una degradación entre los medios y los fines que originaron la violencia, y al final hubo sociedades más jerarquizadas y militarizadas.
Advierte que el caso de Colombia es excepcional porque comienza un proceso de reparación en medio del conflicto, con una sociedad saturada, pero al parecer, con unos actores que no han alcanzado el límite. No obstante, cree que el país es un ejemplo del tercer punto, pues Colombia ha ido incrementando sus gastos militares.
Telaraña de la reconciliación
El investigador explica que al evaluar los procesos de las comisiones de la verdad en el mundo se ha denominado ‘telaraña de la reconciliación’ a la confusión de conceptos que se produce en la sociedad. “Un momento crítico y difícil”, precisa, en el que se juntan todos los términos y las emociones: amenaza, venganza, miedo, odio, diálogo, verdad, etc.
Es la etapa, dice, en la que la comisión orienta el proceso para que la sociedad defina los valores sobre los que se va a adelantar. En su criterio, debería estar apoyada por la creación de un Instituto para la Paz y el Conflicto que promueva el debate público.
Un debate, agrega, en el que las víctimas deben ser escuchadas. “No se trata de que unos expertos hablen de las víctimas”, se trata de que ellas se expresen y expliquen por qué se sienten víctimas.
La comisión –recuerda- es un organismo reconstructor y divulgador de los hechos de la violencia, con la misión de hacer publicidad y buscar la verdad y garantizar que las víctimas o sus descendientes tengan un papel protagónico en la denuncia.
Los errores de la desmovilización paramilitar
López Martínez señala dos errores básicos en el proceso de desmovilización de los paramilitares: el primero, entregarles dinero, y el segundo, dejar poco tiempo para el proceso de reinserción.
En concepto de López Martínez, Colombia debe hacer algunos cambios en el proceso para garantizar una verdadera reinserción y evitar que el país termine con otro tipo de violencia surgida de los mismos desmovilizados. (Ver entrevista).
Para el experto, es un error entregarles sueldo a los desmovilizados, pues lo ideal es son las comunidades donde se inserten sean las que reciban la ayuda del Gobierno.
Además, una cosa es la entrega de armas y otra reinsertarse en la sociedad. Esta etapa, afirma, debe ser más extensa en el tiempo, planificada, con acompañmiento y con posibilidades de ser evaluada.