Un libro indaga el giro poético de A. Machado
Un maestro universitario es quien se atribuye la autoría de la primera obra que profundiza “poema a poema”, en todas las creaciones de este género firmadas por Antonio Machado. En Los proverbios y cantares de Antonio Machado, Emilio García-Wiedemann, maestro de la Universidad de Granada, recoge datos sobre las variantes, primeras ediciones y métrica de las creaciones de Machado.
El libro reúne las 53 composiciones publicadas en Campos de Castilla, las 99 de Nuevas canciones y otras 42 que aparecieron años más tarde nombradas como proverbios y cantares por el autor, pero que no pasaron con tal denominación a sus Poesías Completas que evidencian el desarrollo del poeta a lo largo de quince años, entre 1909 y 1924.
“Es un estudio novedoso y original a propósito de una parte de la obra de Machado que tradicionalmente ha sido bastante minusvalorada por parte de la crítica”, ha indicado García-Wiedemann, para quien estas creaciones suponen un “elemento capital” de la obra ‘machadiana’ para poder entender la evolución que vivió el autor, muy distinta a la de sus coetáneos.
Según este profesor, el resto de autores que escribieron en la misma época que el sevillano fueron “de fuera hacia dentro” para pasar de una preocupación social a un carácter intimista, mientras que Machado experimentó el movimiento inverso, de una obra con un marcado carácter “intimista y subjetivizante” hacia la búsqueda “del otro”.
La publicación reúne las composiciones de Campos de Castilla, de Nuevas Canciones y 42 proverbios y cantares
“Son los proverbios y cantares la parte de la obra de Machado que le permite dar ese salto hacia lo otro y hacia la concepción de un ser humano que no está terminado de constituir si no existe un otro complementario”, ha detallado el autor del libro, en el que también se profundiza sobre el carácter modernista o ‘noventaochista’ del poeta.
De hecho, para García-Wiedemann ésta ha sido una de las cuestiones que más ha “desenfocado” la visión sobre Machado y su obra, ya que para unos es modernista cuando cifran la crítica en torno a criterios esteticistas y para otros es ‘noventaochista’ al manifestar su preocupación de carácter social.
En este sentido, ha añadido que la Generación del 98 “como tal, no existe, es un invento”, y ha considerado que su libro “desmitifica” la concepción de que Machado dejó de ser buen poeta cuando empezó a tener preocupaciones sociales.
A su juicio, esta tesis, defendida por colectivos como el Opus Dei, “olvida” que los primeros proverbios y cantares aparecen publicados en 1909, por lo que al seguir estos “argumentos cogidos con alfileres y con unos intereses ideológicos muy claros” habría que dejar de lado el resto de la producción poética de Machado.
El profesor ha criticado que algunos estudiosos achaquen a la filosofía “el agotamiento de la fuente lírica machadiana” basándose en un poema que comienza con los versos “poeta ayer, hoy triste y pobre/ filósofo trasnochado,/ tengo en monedas de cobre/ el oro de ayer cambiado”, suponiendo que es el reconocimiento del autor de esa fatiga sin ver que de lo que habla es de la juventud perdida.
García-Wiedemann completará esta investigación fruto del trabajo “de toda una vida” en el último trimestre de este año con la publicación de otro libro que versará sobre la filosofía machadiana en cotejo con la de Ley Hollerbach.
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