“Cómo ha cambiado esto. La última vez que estuve aquí olía a barro”

El recorrido por las instalaciones del nuevo Campus Universitario de Ceuta se produjo con retraso. Los más madrugadores a la
cita fueron el Decano de la facultad de Educación y Humanidades, Ramón Galindo y el director del Centro Asociado de la
Universidad de Educación a Distancia en Ceuta, Fernando Jover junto a su inseparable secretario Enrique Avila. Después, con
puntualidad británica, llegó el presidente de la Ciudad, Juan Vivas y la consejera de Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu. Un
buen rato de espera les llevó hasta aguardar la llegada del secretario General de universidades, Federico Morán, y los Rectores
de Granada, Francisco González Lodeiro y de la UNED, Juan Gimeno.
Llegado el momento de arrancar para iniciar el recorrido, González Lodeiro, nada más bajar del monovolumen comentó:
«Cómo ha cambiado esto. La última vez que estuve aquí olía a barro».
El presidente Vivas, lanzó una pregunta al aire para iniciar la visita.
-¿Quién nos guía?
Pronto intervino Mabel Deu presta a cumplimentar los deseos presidenciales: «Jorge (por el arquitecto Jorge Chaves), ¿por
dónde empezamos?» a lo que repuso el responsable técnico de la obra. «Vamos a entrar por la puerta principal»
-Presidente, cuando queráis…-repuso Mabel Deu dirigiéndose a Juan Vivas.
El cortejo inició el recorrido. En el empedrado a la entrada del pórtico principal, una frase que es lema del Regimiento de Ceuta
54. «Defensor de la Fe». Una rememoración que alguno comentara la anécdota que protagonizó la Reina Isabel II a resultas de
lo costosas que fueron las obras del cuartel en aquél siglo XVIII, que parecía un pozo sin fondo, hasta el punto que cuando firmó
los gastos que ponían término a las obras, se asomó a uno de los balcones del Palacio de Oriente y al ser preguntada por lo que
hacía, dijo: «Me estoy asomando porque se debe de ver desde aquí el cuartel de Ceuta». Hubo sonrisas de algunos que
recordaron la anécdota y otros a los que se la contaron en este instante.
El discurrir de la visita continuó por diversas dependencias sobre las que Jorge Chaves fue ilustrándonos acerca de las
condiciones de los muros. «Esto es como una bodega; se está fresco en verano y caliente en invierno». Miró a lo más alto, al
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campanario sin campana: «Si ustedes quieren pongan la campana. Nosotros lo hemos dejado así». Entonces, el presidente
Vivas bromeó por considerar que tal atalaya era lugar idóneo para las gaviotas. Sin embargo, Jorge Chaves atribuyó a las
palomas el mayor índice de suciedad que se registra en este edificio aún sin estrenar.
-Esto con un par de halcones se solucionaría- comentó riendo.
«El ambiente histórico del entorno se ha mantenido», decía Cháves que era seguido con gran atención. «En las paredes
apreciaran algunas manchas de humedad; son filtraciones de los ocho años que ha estado este edificio abandonado. Y estos
muros tardan mucho en expulsar el agua».
El Rector de la Universidad de Granada elogió las excelencias de la edificación y, al escucharlo, Ramón Galindo, bromeó:
«Trasládate aquí en comisión de servicio. Pide destino, Paco». E l propio Secretario General de Universidades destacó la
amplitud de los despachos con 25 metros: «Mi despacho en la Universidad Complutense es bastante más pequeño». «Hemos
querido mantener la imagen del edificio», apuntó el arquitecto Jorge Chaves, a lo que respondió el secretario General de
Universidades: «La acústica está bien».
Juan Vivas comentó muy orgulloso el hecho de «donar a la docencia los cuarteles por el espíritu de disciplina que tiene la
milicia». Y en esa conexión, recurrió a poner al tanto a sus acompañantes sobre los antecedentes militares de Enrique Avila,
que sonrió con su aspecto característico la ocurrencia presidencial.
En el discurrir por aulas, pasillos y diversas estancias, Fernando Jover al que nunca le falta su punto de humor, sugirió al
presidente de la Ciudad que se matriculara en la UNED, a lo que con no menos humor, Juan Vivas respondió: «El Aula de
Mayores es donde yo debo estar por cuestión de edad. Yo voy con los de mi edad». Y es que la edad, precisamente, parece que
es lo que preocupa al presidente desde que cumplió 60 años. Ya el otro día, en un acto oficial a la hora de dar un salto (en la
Puerta Califal), también recurrió a la edad para justificar su poca agilidad con más humor que convencimiento, a lo que Mabel
Deu, riéndose le dijo: «Presidente, pues jubílate».
En definitiva, entre bromas y comentarios, en un ambiente desenfadado, las autoridades políticas y académicas, conocieron y
conocimos, cómo ha quedado el nuevo edificio del Campus Universitario de Ceuta
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